Algunas personas sufriendo depresión encubierta, están acostumbradas a mantener una apariencia de bienestar y alegría.
Dar la imagen de ser felices, intentando manejar sus emociones y estados de tristeza o abatimiento para que los demás les vean mejor.
Ese esfuerzo intencionado de aparentar estar bien y así parecer muy felices y animadas, parece que les ayuda. Se empeñan en mostrar lo mejor de su personalidad, y ese proceso les devuelve y facilita una mejor vida.
Estas actitudes no tienen por qué ser negativas en sí mismas, van aprendiendo a implementar claves y soluciones que ayudan.
Aplican estrategias y suman actividades que mejoran su aptitud, la música, vitaminas, deporte, relaciones, ocio y naturaleza, y el conjunto les ayuda a superar las etapas más oscuras.
Se puede afirmar que consiguen dirigir su vida hacia unos estados más favorables.
Su preocupación y compromiso por superarlo, les facilita aprender más para afrontar su realidad.
Han decidido no ser víctimas, sintiendo la responsabilidad de su propia vida.