Su deseo irrefrenable de disfrute, de una forma obsesiva, le distancia de otras formas saludables, coherentes y evolucionadas de relación.
Y lo peor en estos casos es que toma a su pareja "oficial", como la amiga, la víctima, la madre, la compañera y "el banco" que le ayuda.
Ante ella suele aparecer como el pobre víctima que no tiene dinero suficiente para su vida, miente con los recibos pendientes que tiene que pagar, las averías del coche, o gastos imprevistos, para obtener dinero de su pareja oficial.
Una vez que ha estimulado su compasión, y con mentiras, sabe que ella una y otra vez, tendrá paciencia y dinero para él. Y con la promesa de que ya se lo devolverá, van pasando los meses...(SIGUE)...