Se pueden organizar en la pareja, a lo largo de la semana algunos tiempos para las relaciones íntimas.
Esperando que apetezca...
Tal vez ni suceda...
Si permites la que la rutina, el estrés del trabajo, y el cansancio se encarguen de postergar vuestra sexualidad, quién sabe...?
Incluso aunque no se esté de humor, al intentarlo, se van estimulando ambas personas y acaban creando la posibilidad de un gran placer.