La nueva etapa tendrá momentos de asimilación de la despedida y creación de lo nuevo.
Despedida de los hábitos y costumbres que se habían ido creando, recordando lo que se acabo, unas veces con tristeza, otras con liberación.
Y por otro lado sentir el vacío, que gradualmente se irá superando con reflexiones, otras actividades, personas que llegan a la vida, lecturas, deporte...
No todo tiene por qué ser triste y apagado, cuando el corazón se rompe, también se puede ir sanando, al superar el duelo.
Es natural que surja un estrés ante lo nuevo, pero la vida sigue y todo irá fluyendo...
A veces también es necesario ser realistas y recordar que no todo era perfecto y que esa relación también sus imperfecciones y carencias. No interesa magnificar y engrandecer un pasado que terminó rompiendo el corazón...
Quién sabe, quizás no fue tan maravilloso...
Puede ser el gran miedo a la soledad, lo que influye para verse uno un poco desvalido...
También en esto el psicólogo puede ayudar...
Superar el corazón roto...los vacíos...