Incluso al ir percibiendo sus defectos, no le molestan (hasta parece que entiende mejor los propios) y le van aceptando felizmente.
Quedando muy compensados por tantos otros momentos en que se aman, se ríen y disfrutan tanto con esa persona, su amor auténtico.
Se centran en las soluciones y no en atacarles personalmente.
Conoce los defectos y situaciones en las que están bajos de ánimo, y aún así le sigue amando y queriendo.
Se comprenden mutuamente, incluso evolucionan y crecen juntos...(SIGUE)...