Forzar el amor es contradictorio, cuando se ejerce control, el amor se aleja y se distancia.
Cuando se permite el amor en libertad, y cada componente de la pareja puede respirar a gusto, el amor crece.
Se desarrolla la confianza y con amistad y sintonía, ese amor de pareja se fortalece.
En las parejas hay implicación y compromiso, y siempre con los matices del "vive y deja vivir".