Su complejo de superioridad esconde algo que les cuesta reconocer, y es su "miedo al fracaso", y es lo que les crea la gran "inseguridad" que en el fondo tienen.
Y esto sumado a su ambición de mando, les lleva a intentar el control de las vidas de las personas con las que se relacionan.
Incluso cuando no consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren, hasta se vuelven violentos.
Al predominar en ellos tanta exigencia e intentos de control, sofocan la autonomía, independencia y la espontaneidad de los otros.
Y esto sumado a su ambición de mando, les lleva a intentar el control de las vidas de las personas con las que se relacionan.
Incluso cuando no consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren, hasta se vuelven violentos.
Al predominar en ellos tanta exigencia e intentos de control, sofocan la autonomía, independencia y la espontaneidad de los otros.
Los cuales unas veces se someten si no tienen más remedio, y otras veces salen despavoridos, buscando el oxígeno que necesitan para sus vidas...(SIGUE)...