También lo pasan mal cuando la pareja manifiesta puntos de vista diferentes, nuevos, o no esperados. La pareja se asusta y genera su miedo, como una amenaza, pensando en los graves problemas, si se diera la opción de que las diferencias crezcan y la pareja rompa.
El futuro de esas parejas a veces no ayuda, y las fusiones explotan, surgiendo una variedad de conflictos o desencadenantes patológicos.
En estos casos, cuando surjan los conflictos, la solución sería la Terapia Psicológica de Parejas, ayudarles a desarrollar su autonomía y crecer para cultivar sus propias personalidades. Es la forma en la cual la fusión se transforma a una modalidad de pareja más evolucionada para más satisfacción de ambos.