Tener un equilibrio emocional ayuda a poder amar y saber amar con satisfacción y bienestar.
Las parejas pueden aprender a amar sin miedos, sin celos, sin egoísmos, sin sufrimiento, sin dependencias que tanto perjudiquen a la libertad individual.
A veces hay que superar el miedo a sentirse solos y a aferrarse con obsesión y posesividad.
Es muy interesante también aprender a compartir, y poder ofrecer y dar amor sin exigencias.
Se trata al fin de poder experimentar la felicidad propia para crearla y potenciarla con la otra persona.