Si se niega a acudir a terapia para superar los celos, la pareja también
tiene una vía de salida segura, la separación, nada ni nadie la está obligando
a permanecer allí.
Si el celoso es masoquista y se quiere torturar la vida, la
pareja no tiene obligación de entrar en ese círculo y que tenga la certeza de
que “como antes”, que es la trampa mortal en la que caen muchas parejas, ya no
volverá a ser nunca más.
Las experiencias cambian a las personas y muchas veces
puede ser para mejor.