1. Restablecer hábitos diariamente que garanticen dar y recibir afecto físico, al despertar por la mañana abrazarse o al salir o al volver a casa, hacerlo al ver televisión o escuchar música, acariciarse la piel mirarse u oírse con ternura y cariño.
2. Aprender a darse un tiempo cuando estén tensos, cansados o estresados. Al estar en mejores condiciones también se aceptará mejor a la pareja.
3. No dar por supuesto que se sabe tocar a la pareja, siempre se puede variar e intentar lo nuevo. Explorar, escuchar al otro y preguntar.
4. Diferenciar entre los momentos o las caricias físicas que no tienen una intención sexual, que tienen que ver con compartir afecto y ternura, de aquellas que son un claro preludio. La pareja puede desear muchas veces ser acariciada si ello no deriva en un compromiso sexual...(SIGUE)...