El trastorno obsesivo compulsivo, es un estado mental invadido por las obsesiones (véase el anterior post), a lo que se suman las compulsiones, que son comportamientos repetitivos y no deseados por el sujeto, que tiene que hacer sí o sí, en la falsa creencia de que así pondrá freno a las obsesiones.
Sin embargo, solo es una trampa ya que después del alivio momentáneo, a corto plazo, vuelven las obsesiones, e incluso las compulsiones, se pueden multiplicar e incapacitarle cada día más.
La persona tiene tanto sufrimiento, desasosiego y ansiedad, que necesita de forma imperiosa practicar los rituales. Y si cada cierto tiempo crea alguna otra, como una obligación más, finalmente su vida se convierte en un infierno.
Las compulsiones son la trampa, no la solución. Ponerse en tratamiento es la forma de curarse.