Entonces, procura no lanzarte, no meter la pata, no hacer daño, no hablar sin pensar, no insultar, no recriminar, no criticar, no gritar, no echar en cara...
Cuál es el problema...? que tal vez después sea demasiado tarde. Una vez hecho el daño, es difícil de borrar.
Sí pueden facilitar el reencuentro y ponerlo más fácil, si se piden excusas, lo siento, perdón...
La impulsividad puede llegar a destruir tantos valores personales que sí tienes.
Cuando una persona se sienta con irritación, es mejor que antes de hablar se controle, que respire, frene su lengua, y piense en aclarar la situación o hablar en otro momento.
Esto es tomar la dirección de su vida, y tener más posibilidades de tener calidad en las relaciones, y no vivir sintiéndose arrepentido, culpabilizándose...