El
acoso escolar es un problema mundial, según la Unesco, en su último informe
(2016), titulado Ending the Torment: Tackling bullying from the schoolyard to cyberspace [Poner fin al tormento: cómo abordar el
acoso escolar, desde el patio del colegio al ciberespacio].
Por ello los
profesionales de la educación, tienen que ser conscientes y trabajar para dar
respuestas eficaces, y conseguir reducirlo.
Irina Bokova, directora general de
la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), afirma
que “el acoso escolar es una violación grave del derecho a la educación y un
problema real del que los colegios deben ser conscientes y hacer de ellos
lugares seguros para todos” (EFE).
Las consecuencias pueden ocasionar
importantes trastornos psicológicos incluso acabando en el suicidio, abandono
escolar, y otras enfermedades médicas.
En muchos centros educativos se van mentalizando,
y están siendo responsables y comprometidos con la problemática.
Hacen
reuniones, leen sobre el acoso, reciben cursos de formación. Todo un conjunto
de acciones que les desarrollarán estrategias de abordaje, además de lo que ya
tiene organizado el Sistema Educativo.
Sin embargo hay situaciones que son muy
difíciles de entender, tanto para los profesores como para cualquier humano...(SIGUE)...