Comenzar por la ternura del contacto corporal, toques, darse la mano, caricias, abrazos unas veces más duraderos y profundos, otras más cortos, según el momento.
Mirar a los ojos con frecuencia, y especialmente al besarse.
Al entrar y salir de casa, al acostarse o levantarse, acariciar, besar, abrazar o tocar, marcando la presencia, la satisfacción del encuentro y la compañía.
Aplicando aceites de masajes por todo el cuerpo o la espalda, y las zonas que cada uno prefiera.
Procura siempre que puedas, mantenerte en un estado mental positivo para transmitirle energía positiva y que te asocie a buenas vibraciones. Reconoce sus cualidades con frecuencia.
Recuérdale lo que te gusta más de él...(SIGUE)...