Continuando
con la descripción de las fortalezas humanas, hay una que destaca especialmente
y es el sentimiento de humanidad, el
querer a las personas, el sentir empatía, la satisfacción por ayudar, sentirse uno
partícipe de las gentes y el universo de las personas.
Tener el sentimiento de
amar y ser amado, necesidad de ser amable, de contribuir, de ser generoso.
Capacidad
para la simpatía, el acercamiento, el entablar conversación, relaciones
personales, laborales, sociales, en función del momento.
En conjunto el
potencial de humanidad de cada persona, sus aptitudes y actitudes están también
relacionadas con la inteligencia emocional, la inteligencia intrapersonal e
interpersonal.
Esta fortaleza contribuye en la persona QUE LA POSEE Y QUE LA
CULTIVA, a que no se sientan solas,
consciencia de que forman parte de la vida en conjunto con otros, lo social .
Sintiendo que sus energías y trabajo son una entrega que participa y contribuye
a la evolución de la sociedad, por el conjunto del bien de la sociedad .
Precisamente cuando las
personas están trabajando por conseguir sus propias metas, y las
relacionan con el resto de la gente, les da una especial fuerza y energía el
sentirse conectados con los demás y es como si su energía se multiplicara.
Al
sentirse una parte del todo parece que disfrutan de la energía del todo y su
potencial se multiplica.