Lo primero que interesa para llegar a un estado de excitación e interés sexual, es cultivar la sensualidad, no solo con todos los sentidos, sino también con todo el intelecto y conjunto del ser.
Así continuando en ese camino, la pareja irá siendo más consciente del descubriendo fundamental, es el despertar de las actitudes.
En ese conjunto de la persona, también estará presente la ternura, las caricias y una total comunicación de clara disposición, será la fuerza que irá despertando e incrementando el deseo.
Al llegar a ese nivel, como es natural, el proceso del despertar sexual va in crescendo.
Y a partir de ahí es la llegada gradual al éxtasis, a la unión sexual transcendente, el amor es así de ágil, de dinámico, cultivar esos niveles del sentir amoroso en como darle alas, sin límites, etéreo... llegar a una unión consciente e incluso cada vez más espiritual.
La comunicación sexual y la intimidad que genera en las personas, será el vehículo para la expansión del "sí mismo". Una sexualidad que no muere ahí en la genitalidad, como si fuera un orgasmo, sino una energía que conecta el deseo con lo más espiritual y esencial del ser...