sábado, 12 de agosto de 2017

AMOR OBSESIVO...? LIMERENCIA...! (II)


Por ello a la vez se transforma en un gran sufrimiento y martirio para la persona enamorada, como consecuencia de la frustración que produce el ser consciente de vivenciar un tipo amor fantasmal, y sobre todo no sentirse ni atendido al mismo nivel, ni siquiera reconocido.  

Todo vive en el interior de alguien, en el silencio que mata, sufriendo la no reciprocidad y sobre todo, las consecuencias de un pensamiento alienado, sometido. 

En general es como estar "locamente enamorado" en lo profundo de su ser y pudiendo pasar de la alegría a estados más desesperados, después de interpretar y atribuir significados diversos e intencionales a los comportamientos del ser amado. 

Si interpreta alguna actitud como rechazante, entra en el pánico de no sentirse amado y acaba con ataques de ansiedad, con toda la sintomatología propia de una crisis. 

En realidad las personas experimentan ese amor, esa limerencia por otro sujeto que lo desconoce, ni se le pasa por su imaginación el encuadre sentimental del enamorado, desbordado hasta esos límites. 

Los afectados por esta alteración emocional, pueden ser muy inseguros, sin autoestima, con falta de confianza en sí mismos y que desarrollan gran temor a ser rechazados, por ello tienen dificultades para el acercamiento a la persona amada. 

Y con su importante timidez que les lleva a la incapacidad de lograr unas relaciones sociales mínimamente satisfactorias. Otro síntoma es el hambre y deseo de descubrir y conocer "todo" sobre el ser amado, sus costumbres, pasiones, actividades, su vida presente y su pasado. 

Y en el caso de que la persona amada, llegase a darse cuenta de todo lo que significa para la otra, pueden llegar a desarrollar intenso miedo y asfixia, incluso sentirse amenazados. Sin duda, se caracteriza como un amor de sufrimiento. 

La limerencia es el amor obsesivo, la persona se siente como predestinado a fundirse con el otro. 

Sin embargo ese es el amor desesperado e imposible hacia ese alguien tan irreal, que se va transformando en dolor, sufrimiento, llanto y angustia. Es el drama que lleva a la desesperación.