Por estas complejidades que tiene la vida, a veces las relaciones se vuelven dramáticas.
Los días llegan y las diferencias se vuelven extremas, entre la pareja surgen facetas y horizontes desconocidos, incluso para ellos mismos...
Tal vez las personas cambiaron...?
Habían proyectado en el otro lo que deseaban que el otro fuera, y al no coincidir con sus expectativas se desesperaron...?
En las relaciones como en las vidas, los otros son como son y el mundo es lo que es, y es evidente que los demás pueden cambiar, sí, pero tal vez, no en la dirección que uno desea que cambien.
Es una forma de desesperarse, de frustrarse, de enfadarse con la vida.
Es más fácil cambiar uno mismo que la imposible empresa de cambiar al mundo...!
Los días llegan y las diferencias se vuelven extremas, entre la pareja surgen facetas y horizontes desconocidos, incluso para ellos mismos...
Tal vez las personas cambiaron...?
Habían proyectado en el otro lo que deseaban que el otro fuera, y al no coincidir con sus expectativas se desesperaron...?
En las relaciones como en las vidas, los otros son como son y el mundo es lo que es, y es evidente que los demás pueden cambiar, sí, pero tal vez, no en la dirección que uno desea que cambien.
Es una forma de desesperarse, de frustrarse, de enfadarse con la vida.
Es más fácil cambiar uno mismo que la imposible empresa de cambiar al mundo...!