Otra condición
válida para el desarrollo del potencial humano, es utilizar la imaginación como
arma poderosa que anticipará la visualización de la meta, y generar así un tipo
de motivación más fuerte en su subconsciente.
Puesto que el pensamiento dispone
del procesador lingüístico y el de imágenes, cuando un sujeto también
experimenta con su procesador visual, sus capacidades se multiplican
exponencialmente.
Otros factores, también precisan de ser reconducidos para
superar desafíos, como la perseverancia, mentalidad positiva, con optimismo y
fuerza personal, aprendiendo a desarrollar una disciplina incluso ajena a las
rutinas contextuales.
Para ello es necesario el trabajo con sus emociones para
que le complementen sus avances, desarrollar una potente motivación de logro y
una ambición saludable.
Con esa energía positiva hacia el crecimiento y
evolución, también aprenden a intervenir y dominar el exterior modificando sus
circunstancias a favor de sus intereses.
Superando las carencias de su contexto
vital y en su búsqueda de soluciones, transforman el escenario a su favor y van
creando y encontrando recursos y lograr así sus sueños.
En conjunto, para
incrementar el desarrollo del potencial, se necesita estimular las relaciones
con el sí mismo, las fortalezas humanas, lo intelectual, la imaginación y las
relaciones sociales, para crearse una personalidad fuerte, y aprender a moverse
en el contexto para multiplicar los recursos.