El efecto "sí, pero no" es el que pretenden algunas personas para aplicar en sus parejas. Un día te trato bien, eres mi amig@, otro día me enfado, te hago la faena y después perdón, y así sucesivamente jugando con los sentimientos de la gente.
Lo peor es cuando ni siquiera se sabe el porqué de ese trato. Es probable que la persona de sí pero no, o sea la ambivalente, no sepa exactamente que le pasa, de cuales son las causas de sus variaciones en el estado de ánimo. Lo que sí es cierto es que sus influencias en la persona de humor más estable son bastante desastrosas.
Esta persona, la más estable en el trato, se levanta con buen humor, sigue su rutina del día y ahí va golpe del destino, enfado por parte del otro sin saber la razón. Obviamente como le hace daño, procura revisar todas las intervenciones habidas por si acaso se hubiera equivocado en algo y así rectificar.
Pero no, esa no es la cuestión, ya que sin que medie hecho alguno se encontrará con que el enfurecimiento de la pareja pasó tal como vino. La persona víctima de estos vaivenes procura analizar todo una y otra vez, dándole vueltas desde todos los puntos de vista para resolverlo, ya que es tremendamente desestabilizador. Se propone aplicar el plan A, y no funciona, el plan B y tampoco, y así muchas letras del abecedario.
Hasta que progresivamente descubre que ya no merece la pena culparse puesto que el problema principal está siendo de la otra persona "consigo misma". Y ahí en esa certeza progresiva, se va distanciando y va comprobando que la otra persona, la que aplica el efecto "sí pero no", tiene su puzle cognitivo desestructurado.
Y la pareja, amig@, hermano, etc... lo estaba sufriendo. En ocasiones el problema es grave ya que se trata de parejas con hijos, hermanos, amigos, socios... y ello implica cambios estructurales por parte de la víctima. O de lo contrario le queda permanecer en ese baile diabólico, que le puede romper su mente, teniendo que estar supeditado al estado de ánimo de otro para adaptarse a la situación.
Felicidades a las personas que consigan salir de esa red de relaciones. Como sugerencia atención ¡¡¡ a la hora de las relaciones humanas desde el inicio, conviene analizar todo desde la razón y el corazón y no dejarse arrastrar por espejismos. Decidir a tiempo, cuando la intuición avisa ¡¡¡
Lo peor es cuando ni siquiera se sabe el porqué de ese trato. Es probable que la persona de sí pero no, o sea la ambivalente, no sepa exactamente que le pasa, de cuales son las causas de sus variaciones en el estado de ánimo. Lo que sí es cierto es que sus influencias en la persona de humor más estable son bastante desastrosas.
Esta persona, la más estable en el trato, se levanta con buen humor, sigue su rutina del día y ahí va golpe del destino, enfado por parte del otro sin saber la razón. Obviamente como le hace daño, procura revisar todas las intervenciones habidas por si acaso se hubiera equivocado en algo y así rectificar.
Pero no, esa no es la cuestión, ya que sin que medie hecho alguno se encontrará con que el enfurecimiento de la pareja pasó tal como vino. La persona víctima de estos vaivenes procura analizar todo una y otra vez, dándole vueltas desde todos los puntos de vista para resolverlo, ya que es tremendamente desestabilizador. Se propone aplicar el plan A, y no funciona, el plan B y tampoco, y así muchas letras del abecedario.
Hasta que progresivamente descubre que ya no merece la pena culparse puesto que el problema principal está siendo de la otra persona "consigo misma". Y ahí en esa certeza progresiva, se va distanciando y va comprobando que la otra persona, la que aplica el efecto "sí pero no", tiene su puzle cognitivo desestructurado.
Y la pareja, amig@, hermano, etc... lo estaba sufriendo. En ocasiones el problema es grave ya que se trata de parejas con hijos, hermanos, amigos, socios... y ello implica cambios estructurales por parte de la víctima. O de lo contrario le queda permanecer en ese baile diabólico, que le puede romper su mente, teniendo que estar supeditado al estado de ánimo de otro para adaptarse a la situación.
Felicidades a las personas que consigan salir de esa red de relaciones. Como sugerencia atención ¡¡¡ a la hora de las relaciones humanas desde el inicio, conviene analizar todo desde la razón y el corazón y no dejarse arrastrar por espejismos. Decidir a tiempo, cuando la intuición avisa ¡¡¡