Sí es verdad que el entorno y los amigos pueden influir, ciertamente
influyen en las personas.
Cuando alguien planea objetivos y metas y/o tiene sus aspiraciones y sueños y lo habla y comparte con gente “normal” se encuentra fácilmente con opiniones de personas frustradas, regativas, envidiosas, con muchos temores, estancadas, inamovibles, críticas, en fin, limitadas por su propio interior lleno de mediocridad y problemas, que sin intentar cambiar nada ni trabajar para mejorar, se presentan como víctimas de la vida, “manifestando” en sus realidadades las frustraciones y negatividades que viven en su mente.
Por ello y dando pasos adelante, las relaciones y las amistades, si importan, y mucho. Las personas con deseos de trabajar para crecer, de evolucionar, de conseguir, de aprender, de superarse y de avanzar desde el lugar donde se hallan hacia el lugar de sus sueños, necesitan rodearse de personas positivas con ambición sana, triunfadores, personas de éxito que hayan crecido en sus vidas y conciban que otros también lo puedan hacer.
No se pueden frecuentar amigos mediocres si se quiere llegar lejos. Hoy la toxicidad en las relaciones está más que demostrada. La distancia y el lugar que uno necesita, rodeado de personas afines ayudan también a lanzarse hacia los objetivos. No se puede obligar a otros a que vayan a una meta que no desean o a una velocidad a la que no están acostumbrados.
Conviene respetar su espacio y su tiempo y decirse con frecuencia “ellos son ellos y yo soy yo”, yo no tengo derecho a cambiar a nadie si no lo desea, y mucho menos en una dirección que yo quiero. Respetar también es dejar a esas personas sin ambición que sigan su rumbo. No somos quién para imponer nuestros intereses a otros. Por ello rodearse de personas afines trae mucha felicidad a las vidas, permite aprender y lanzarse más fácilmente a conseguir sus sueños.
Cuando alguien planea objetivos y metas y/o tiene sus aspiraciones y sueños y lo habla y comparte con gente “normal” se encuentra fácilmente con opiniones de personas frustradas, regativas, envidiosas, con muchos temores, estancadas, inamovibles, críticas, en fin, limitadas por su propio interior lleno de mediocridad y problemas, que sin intentar cambiar nada ni trabajar para mejorar, se presentan como víctimas de la vida, “manifestando” en sus realidadades las frustraciones y negatividades que viven en su mente.
Por ello y dando pasos adelante, las relaciones y las amistades, si importan, y mucho. Las personas con deseos de trabajar para crecer, de evolucionar, de conseguir, de aprender, de superarse y de avanzar desde el lugar donde se hallan hacia el lugar de sus sueños, necesitan rodearse de personas positivas con ambición sana, triunfadores, personas de éxito que hayan crecido en sus vidas y conciban que otros también lo puedan hacer.
No se pueden frecuentar amigos mediocres si se quiere llegar lejos. Hoy la toxicidad en las relaciones está más que demostrada. La distancia y el lugar que uno necesita, rodeado de personas afines ayudan también a lanzarse hacia los objetivos. No se puede obligar a otros a que vayan a una meta que no desean o a una velocidad a la que no están acostumbrados.
Conviene respetar su espacio y su tiempo y decirse con frecuencia “ellos son ellos y yo soy yo”, yo no tengo derecho a cambiar a nadie si no lo desea, y mucho menos en una dirección que yo quiero. Respetar también es dejar a esas personas sin ambición que sigan su rumbo. No somos quién para imponer nuestros intereses a otros. Por ello rodearse de personas afines trae mucha felicidad a las vidas, permite aprender y lanzarse más fácilmente a conseguir sus sueños.