lunes, 25 de abril de 2016

LA HUIDA / THE ESCAPE


Ante situaciones de peligro o tensión, la gente suele utilizar el mecanismo psicológico de aislamiento, huida.

Y es que forma parte de la diversidad humana, muchos prefieren la confrontación directa cuando se producen discrepancias, desavenencias, hechos de fricción, etc...  y otros necesitan un tiempo de análisis, elaboración y reflexión.

Otras veces el sujeto, prefiere directamente evitarlo ya que anticipa consecuencias indeseables, y no quiere encontrarse con ello.

En todo caso, el hecho de no afrontar las situaciones, implica que sean encapsuladas y así no se resuelven. Incluso llegando a complicarse más.

Las personas que huyen, a veces, después del previo análisis, tienen una intuición que evalúa el desgaste de las energías emocionales. Y es cierto que a veces, el evitar el conflicto puede ser una decisión sabia.

Otras veces es visto como una táctica ante la percepción de desequilibrio entre ambos contrincantes, y el que se percibe más frágil, ingenia el escape.

Y si una forma de vencer los miedos, es afrontarlos, también es evidente que en todas las batallas hay heridas.

Sin embargo el miedo genera muchos fantasmas, en la mente se agrandan y se nutren, y cuando llega la realidad del amanecer, puede que no lo sean tanto.

Es lo que ocurre al atreverse a mirarlo a la cara, ese miedo es menor que las distorsiones que la mente había creado, presentándolos como enormes dragones que acechaban tu vida.

Conviene recordar aquella frase que dice: 

"De qué huyes, si lo que llevas dentro te sigue a todas partes..."