Los zapatos de tacón alto, siempre han sido un fetiche para muchos hombres, y es que, una especie de click en su psique, emerge, surge, al contemplar a una persona luciendo esos objetos.
La observación de los movimientos, el balanceo de quienes los llevan, y lo que los zapatos altísimos estimulan en sus mentes, les estimula fuertemente su imaginario erótico.
Para algunos sujetos queda ahí, en un tipo de fetichismo perteneciente al mundo de las parafilias, con el cual se excitan y no llegan a la relación intima con la persona que los lleva.
Y sin embargo otros, lo incluyen en el repertorio de la excitación y consecución del placer, y deciden que en su encuentro sexual, formen parte del juego erótico hasta conseguir el clímax.
Son muchos los objetos, en función de cada persona, que se pueden convertir en fetiches, a veces ropa interior, prendas de algún color especial, objetos...
Los zapatos de tacón alto y afilado, se han convertido en un objeto por excelencia, no en todos los casos, pero sí cuenta con muchos adeptos.
Al parecer tienen una semejanza con la anatomía femenina, y su alto valor como estimulante erótico y sexual, está comprobado...