Las personas muy enamoradizas viven en general (salvando excepciones), unas disfunciones psicológicas importantes.
Algunas veces sus vacíos emocionales, les llevan a unos estados de ánimo un tanto desesperados, llegando incluso a complicarse la vida y en lugar de encontrar amor, lo que hallan es mucho sufrimiento.
Cuando son tres, como ocurre con frecuencia en la mujer o el hombre que se enamoran de una persona que ya está viviendo en pareja, la situación se puede volver en contra.
La persona que se acerca a otra que está en pareja, no tiene claro si esta es capaz de separarse para unirse a ella o prefiere con el tiempo continuar con la persona anterior.
No tiene claro si el que está en pareja lo toma como un ligue para pasar un tiempo, y entonces está exponiendo su corazón a golpes fuertes...
Todo puede ocurrir...
Incluso los casos en los que cuando surge el amor competitivo entre el tercero que aparece y la esposa o el esposo, la explosión está asegurada.
Llega el nuevo y se enamora de la persona que vive en pareja. Cuando esta persona se separa, el tercero que llegó pierde su interés, ya que la competencia ya se definió hacia su favor. Ganó la batalla. Y dejó plantado al que se separó.