Por otro lado las personas que llevan dentro la ira y la rabia son muy impulsivas y se enfadan por cualquier detalle sin importancia, y suelen estar enrabietados con todo, con el futbol, la política, la economía y se hartan de juzgar a todos y a todo.
Como si todo el mundo tuviera que pagar la rabia que llevan dentro. También es fácil que sufran accidentes, traumatismos y comportamientos autodestructivos, alcoholismo, drogadicciones y en conjunto desestructura las vidas.
Para dirigir y manejar estas emociones, lo primero que hace falta es identificar cual son las personas, hechos o situaciones que la provocan. Aprender a establecer una dirección en la vida para anticipar posibles acontecimientos problemáticos.
Desarrollar la capacidad de afrontamiento, procurar no ponerse a la altura de la persona o personas que hayan intentado agredir, también, elevarse en algún nivel de abstracción para no permanecer en el mismo nivel en el que se ha recibido la información o el hecho que ha causado la rabia, y poderlo analizar con un mayor horizonte...(SIGUE)...