lunes, 17 de diciembre de 2012

AUTOEROTISMO




En general significa darse placer a uno mismo. 

Esto implica el uso de variedad de acciones relacionadas con la autosatisfacción sexual; también llamado onanismo o masturbación y consiste en momentos de deseo con la estimulación de los genitales y mediante toques y caricias llegar al orgasmo. 

O bien en momentos de autoexploración que pueden dar lugar a la excitación. 

Todo ello acompañado de imágenes mentales, fantasías, y/o contemplación de proyecciones o imágenes externas, o rememoración de otros momentos de excitación vividos. 

La mayoría de las personas lo conocen y la mayoría lo practican, aunque a la gente le produce gran vergüenza el reconocerlo. 

De las investigaciones realizadas a personas de diferentes edades y género, y a pesar de que los autoinformes tengan sesgos por ser preguntas sobre comportamientos íntimos, a día de hoy se sabe que un porcentaje muy alto de población, preadolescentes, adolescentes, adultos y mayores, lo utilizan y tanto hombres como mujeres.

Parece que una vez adquirido este aprendizaje sexual, como todo lo demás que se aprende, la gente lo lleva consigo toda la vida y en caso de estar solos, casos de estar enfadados con la pareja y otras situaciones diversas, lo practicará en función de su estado y necesidad.

Ha generado históricamente múltiples tabúes, como todo lo relacionado con el sexo, y prejuicios. 

Curiosamente en algunas culturas está tan relacionado con las culpas, que a determinadas personas entradas en edad, les puede generar alto rechazo y desasosiego.

Desde hace unos veinticinco años los estudios de psicología evolutiva, mediante investigaciones longitudinales ya pusieron de manifiesto la valía y lo apropiado del hecho para conocer el propio cuerpo, identificar las emociones y reacciones que conlleva y desarrollarse en el ámbito de lo sexual y facilitar el avance hacia una sexualidad más madura. 

Sobre todo para evitar el impacto de lo desconocido ante un “otro” y así evitar actuar en esa situación con la torpeza y vergüenza total, sin saber a qué atribuir la misma fisiología y contundencia del momento e ir integrando ese conocimiento sexual como parte del “sí mismo”.
 
Vivencias que en muchas situaciones se han interpretado como traumáticas y han creado importantes disfunciones, temores y procesos de evitación y con ello complicar las ya difíciles relaciones de pareja y sexuales. 

Los especialistas que conocen la dinámica compleja de problemas asociados a lo sexual, sugieren desde la Asociación Mundial de Sexología, la propuesta categórica: 'desde el punto de vista de la salud sexual, la masturbación no es negativa ni patológica, sino una fuente de autoconocimiento y descubrimiento de posibilidades eróticas que enriquecen la vida sexual'. 

Además se precisa compartir inquietudes, puntos de vista, expectativas y otros matices tanto sobre lo erótico como sobre lo demás, ya que es para las parejas algo esencial. 

Además, la información y comunicación en todos estos ámbitos de lo íntimo es importante y fundamental puesto que en los conflictos de pareja y separaciones suelen tener unos grados de dificultad que se repiten, como las anomalías en la comunicación.

Si llega a convertirse en obsesión, la masturbación sí puede ser enfermiza, cuando aparece en el marco de una personalidad obsesiva, y necesitaría terapia psicológica. 

O cuando ello crea otros problemas en la pareja, como algunas personas que lo practican con parejas por internet y a la suya la tienen en el desierto.

Investigaciones de estos últimos tiempos le conceden múltiples beneficios, según los hallazgos, el orgasmo posee un conjunto de vitaminas y sustancias de alto valor para todo el cuerpo. 

Desde el punto de vista psicológico además de la satisfacción de sentirse la persona amada y querida cuando la relación es de pareja, en ambas situaciones si incluimos la masturbación, la persona llega a un estado más saludable.

viernes, 14 de diciembre de 2012

EL VAGINISMO



Si en la vida hay situaciones de problemas y sufrimientos, que los hay y nadie se libra, el vaginismo es uno de ellos, aunque afortunadamente es evidente que tiene solución. 

Supone una fuente importante de problemas para la persona que lo sufre y genera múltiples conflictos en las relaciones de pareja. 

La mujer aquejada de vaginismo tiene generalmente una anatomía normal, es cuando va a realizar el coito y llega el momento de la penetración cuando los músculos de la zona vaginal se contraen, se cierran completamente dificultando la penetración y con ello la realización del coito. 

Sí pueden disfrutar de todos los otros tipos de caricias, juegos y posiciones pero en concreto la penetración es tabú, imposible. 

En muchos casos es así durante años hasta que los problemas de pareja van en aumento y se proponen incluso la separación, aunque en otros casos deciden buscar soluciones y acuden al especialista en sexualidad; y otras veces la mujer desea ser madre y es entonces cuando busca el tratamiento. 

Es cierto que en algunos casos es el hombre el que se empieza a acomplejar pensando que es él quien tiene problemas de no poderla llevar a un estado de más deseo y más relajación, o llegan a sentir que no se le quiere y que es una excusa, una manera de desprecio hacia él, llegando en múltiples casos a sentirse inferior. 

A veces es tal el pavor y angustia que siente la mujer que cuando sale con algún chico, antes de que la relación vaya a más y llegue el momento de hacer el amor, se busca excusas y se deshace de la pareja, forma esta de evitar el posible daño que anticipa. 

En general exceptuando problemas médicos como pueden ser entre otros la existencia de infecciones, tumores, cicatrices, alergias al caucho; los principales factores causales suelen ser psicológicos y entre las emociones más bloqueadoras está el miedo. 

El miedo puede ser central, acompañado de otros componentes como pueden ser ciertos problemas del desarrollo psicosexual, experiencias precoces anómalas o imágenes, ideas, impresiones etc. que pueden significar para la mujer una asociación en relación a daño, violencia hacia su interior, invasión de su integridad, atropello de su persona, e incluso imágenes que anticipan mucho dolor y daño en sus genitales; otras veces se sienten culpables por tener placer, creencias sobre ciertos mitos como la virginidad, el himen, la sangre, otras veces una deficiencia en el manejo evolucionado de la agresividad, y agreden a la pareja impidiéndole el placer y suprimiéndoselo también a ellas mismas; y otras mujeres se crean un muro a su alrededor que impide cualquier penetración como consecuencia de esas vivencias y experiencias traumáticas. Suelen darse cuenta con los primeros amores cuando van a tener relaciones. 

En otros casos ocurre en consulta ginecológica. 

Las clasificaciones más frecuentes del vaginismo son la de primario, en el cual en toda la trayectoria de vida nunca consiguió tener una penetración, y vaginismo secundario, mujeres que sí habían logrado tener relaciones con penetración y el vaginismo puede producirse después de circunstancias traumáticas como algún aborto, abusos y violaciones, enfermedades y en algunos casos después de intervenciones quirúrgicas o el parto. 

En conjunto las causas predominantes son psicológicas bien por emociones asociadas negativas, eventos dolorosos vividos, e ideas y creencias muy contrarias en relación al mundo de la sexualidad y de la pareja. 

En cuanto al tratamiento, al ser las vidas de las personas tan específicas y existir tanta diversidad de mujeres, las soluciones tienen que ser generadas y creadas específicamente para cada caso para que tengan efectividad. 

Actualmente en general las tasas de éxito son muy elevadas, se cura y existen tratamientos por parte de especialistas en terapia sexual.

Conviene previamente la consulta al ginecólogo para descartar cualquier problema médico.

LA SEDUCCIÓN



Es una habilidad, un potencial humano que tiene como objetivo el convencer al interlocutor o a los oyentes hacia los deseos del seductor. 

En función de las metas que persiga este, la seducción supondrá una ayuda para el otro (cuando el doctor intenta persuadir al paciente para que siga un tratamiento), o si se intenta influir para hacer daño (abusos sexuales), sometiendo la voluntad del otro. 

En general este potencial humano, la seducción, se suele aplicar en todos los aspectos de la vida, e implica convencer a otros de lo que se dice, o que hagan lo que uno desea, o que compren tal objeto o voten a un partido. 

No obstante, la seducción, donde tiene su área de uso por excelencia, es en lo relativo al amor. 

Entre la gran variedad de personas seductoras, el abanico de posibilidades es infinito, desde los seductores que son así por naturaleza y gustan en sí mismos, hasta otros que también lo son para un número más restringido de personas. 

Y en lo relativo a modos y maneras utilizadas para convencer, también hay miles. 

Hay algunos casos curiosos de personalidad, el seductor que aunque sabe que nunca, por la propia diversidad humana, se puede gustar a todo el mundo, casi, casi lo intenta. 

Puede que tenga detrás una historia de desamor y de no sentirse amado desde la infancia y anda por la vida en una búsqueda errante de ese amor que le faltó ya desde pequeño y ahora necesita curar la herida, de forma equivocada, seduciendo al mayor número de gente posible, esa es su principal meta; seducir en este caso, sería como coleccionar el mayor número de personas para así vivir en la ilusión de tanta gente que le ama y le recuerda lo especial y valioso que es (que él siente que es). 

Por más conquistas que consiga, nunca sacia el hambre de amor. Esta herida se trabaja en la terapia psicológica. 

En otros casos de parejas, es todo más fácil, ya que ambos buscan un mismo fin, amar y ser amados. 

Actualmente, hay cientos de libros y páginas y redes de seducción por internet que sugieren cientos de fórmulas para conseguir enamorar y gustar. 

En todo este contexto de la seducción, como suele ocurrir en psicología, lo mejor es comenzar por uno mismo. La persona que se siente bien en su piel, se valora y que está contenta consigo misma, conociendo sus defectos e intentando aprender a mejorarlos, y valorando su potencial, poco o mucho, con una autoimagen positiva y autoestima y confianza altos; puede llegar a ser en sí misma muy seductora, la seducción que conlleva los siguientes significados: “No me importa el que no te guste, a otras personas le gustaré” o “me gusto a mí mismo”, o “no se puede gustar a todo el mundo”, mensajes subyacentes a una historia personal de más confianza y menos hambre de amor a cualquier precio. 

En general el éxito en la seducción amorosa es un proceso que se inicia con una fase de observación, análisis y posicionamiento, medio consciente e inconsciente a la vez, para convertirse uno en el sueño que realmente parece que necesita el seducido, para llegar a su interior y desde allí generar una fuerte necesidad hacia el seductor. 

Las estrategias aplicadas, pasan por la utilización del lenguaje de una forma sutil y como teledirigida para que cale en el alma del objetivo; y por otro lado la comunicación no verbal con miradas, gestos, posiciones, y todo lo demás que vaya surgiendo por el camino. 

Incluso a veces la estrategia utilizada por el seductor, implica la autocreación de una máscara, insoportable para mantener durante mucho tiempo, de ahí, en función de cada uno, se irá descubriendo la verdadera personalidad, a veces después de conseguir ligar (un trofeo más), o en unos meses, otros después de la boda y otros después de tener hijos en común. 

Y es ahí precisamente donde conviene que ande listo el ciudadano de a pie, para analizar y estudiar si es posible al seductor que se le acerque y decidir si conviene o no en la vida de uno (Vallejo-Nágera, A. 2008).

PORNOGRAFIA



Los gustos y el desarrollo estético, forman parte de la individualidad y especificidad de cada sujeto en función de su grado de desarrollo, estado anímico y  contexto vital. 

En cuestiones de sensibilidad  y gustos sexuales como en otros aspectos de la vida, urge respetar la diversidad. 

Hay personas que prefieren el arte de E. Hopper, otros el de W. Blake, a Los Carpinteros o a Cphoto (Ivorypress). Y en cuestiones de sexualidad no podía ser menos. 

Las personas tienen sus elecciones y sus preferencias y esto puede no gustarles a  algunos.  

La realidad implica diversidad con los extremos incluidos y tiene multiplicidad de ventajas, entre ellas interiorizar significados para la propia evolución personal y social. Y en la sexualidad entre adultos, los límites los marcan ellos y si bien a veces erotismo y pornografía se acercan, otras veces la pornografía aparece para la sensibilidad de algunos como un asunto extremadamente fuerte. Esto es un tema de mayores. 

La industria de la pornografía está ahí, moviendo millones de dólares y euros en todo el planeta y es una realidad contundente; considerada esta como escritos, vídeos, películas, materiales, imágenes o reproducciones que representan o cuentan actos sexuales de todo tipo, con el fin de provocar la excitación sexual del receptor y de la persona o personas que estén presentes. 

Después de tantos sujetos que lo desprecian con múltiples argumentos, en función de las estéticas particulares de lo sexual, también mucha gente sabe que cumple unos fines, se quiera aceptar o no. 

En los casos de personas que han llegado a desarrollar la disfunción del deseo sexual inhibido, en otros casos la apatía, y en otros por la inercia y el estrés diario que ha destruido sus ya frágiles necesidades sexuales, sí es un poderoso benefactor según manifiestan, dados los resultados que sí produce.

Como si no quiere la cosa, entre las parejas debatiendo sobre si uno prefiere lo erótico (lo sugerente), o si el otro prefiere lo porno (lo evidente), son formas y maneras de poner los asuntos sexuales de ambos en marcha. 

Y gracias a ello, cuentan, por lo menos alguien, o más bien mucha gente, que así hacen algo. Sí, así es, una impactante  realidad que produce sus efectos. El medio para un fin. 

Sin obviar el resto de los componentes del ser, puesto que siendo la persona un sistema conjunto, la participación de todos los elementos integrantes siempre contribuye a más plenitud, bienestar y felicidad.

Que le pregunten a cientos, o miles de mujeres que disfrutaban de su familia, eso sí, sexualidad poca, o nula, cuanto hubieran dado de haberse enterado a tiempo (escuchado y atendido antes de haber llegado a la separación o divorcio) sobre los deseos sexuales y las necesidades sexuales de sus parejas; de las guarrerías como dicen que soñaban realizar ellos y que escandalizaban a ellas. 

Entre las parejas cuando ellos  se atreven a explicitar sus fantasías, con la etiqueta más suave que terminan es con la de obseso sexual, perverso, insaciable, enfermo, entre otras. 

Y según la neuropsiquiatra L. Brizendine, en su libro “El cerebro femenino”, parece que los hombres tienen en su cerebro  unas áreas sobre la sexualidad dos veces y media más grandes que las de las mujeres, aunque durante el desarrollo vital en las mujeres se irá ampliando ese espacio y reduciendo las distancias (al menos en algunas).

Con lo cual la ciencia demuestra que humillar a las personas, en este caso a hombres, con etiquetas psicopatológicas de obseso, perverso, insaciable, no son más que intentos de humillar y marginar para que dejen en paz a esa mujer que sí sufre Inhibición del Deseo Sexual. 

Cuando uno tiene que pedir mucho y se vuelve tan pesado, ¿no será que el otro no da nada y de ahí que se continúe con tanta insistencia? 

En estos casos de apatía sexual si puede ser una receta puntual el erotismo y/o la pornografía, aunque lo más inteligente sería solucionar los factores causales generadores del drama.

LA FRECUENCIA DE LAS RELACIONES SEXUALES



En las relaciones de pareja y especialmente en el conjunto de lo que supone la comunicación, las relaciones sexuales son por así decirlo, el núcleo y la esencia. 

Precisamente, ellas son lo imprescindible que determina si hay pareja o si solo son amigos y/o compañeros. 

Contando por supuesto, con que en estas relaciones estén presentes el amor y la ternura, además del sexo.
  
Expertos en la materia afirman que el sexo es tan necesario como respirar y/o comer y aunque esto resulte difícil de entender para algunos (casos en los que las relaciones íntimas, hace más de varios meses o incluso años que están ausentes), sin embargo para otros es así, tan necesario como el aire que se respira, (mantienen la frecuencia de dos, tres veces por semana generalmente). 

Conviene ser conscientes de que “el amor es una fruta de temporada en todo momento y al alcance de la mano de todos” (Madre T. de Calcuta). 

Como propuesta para los más inapetentes, hoy se conocen múltiples beneficios, y la ciencia médica y la psicológica ya lo han descubierto hace tiempo. 

Los hallazgos en el campo de la medicina son altamente favorecedores y se demuestran los beneficios de la práctica frecuente, en variedad de niveles organísmicos.

En el cerebro se producen importantes cambios en la producción de sustancias estimulantes del bienestar y de la salud; se potencia el sistema inmune, que protege de multiplicidad de enfermedades y de cánceres; se estimula la circulación en todo el cuerpo y especialmente en algunos órganos internos cuya activación habitualmente implica mayor dificultad; elimina toxinas; produce efectos vasodilatadores y previenen del riesgo de enfermedades coronarias.

Contribuyen a mantenerse en forma; las hormonas que produce anestesian el dolor y producen sensación de placer; fortalece el cuerpo en su conjunto, huesos y músculos; igualmente mejora la piel, uñas y pelo y ayuda a combatir la celulitis. 

También contribuye a incrementar la longevidad, entre otros.

Y a su vez la ciencia psicológica desde hace tiempo, reconoce importantes hallazgos que contribuyen al desarrollo conjunto de la persona y su evolución (con la participación e interacción de los otros componentes del ser). 

Favorece el amor en la pareja, al realizar esos encuentros íntimos, se estimula el deseo y se vuelve más frecuente la necesidad de mantenerlas; las personas se sienten más queridas y valoradas; ayuda a solucionar problemas ya que los sujetos se vuelven más creativos, amplían sus horizontes y sus vidas no permanecen restringidas a una visión en túnel, volviéndose menos rígidos, perfeccionistas y obsesivos.

A su vez, todo ello mejora los estados depresivos; para los que sufren estrés, el mantener relaciones sexuales con cierta frecuencia les libera de tensión y duermen mejor. 

Mejora la capacidad de atención y concentración.  

Incrementa la capacidad de aprendizaje. 

Disminuye la ansiedad y genera una mayor estabilidad emocional. 

Incrementa la autoestima y mejora la imagen corporal. 

También contribuye al desarrollo de sentimientos que fortalecen la unión de la pareja y viven en conjunto momentos más felices. 

En cambio, existen muchas probabilidades de que las personas que viven en pareja y pasan de las relaciones, están enfermas. 

Por el estrés, ansiedad, depresión, fobias, inhibiciones y/o múltiples problemas. 

En alguna parte de ellos se están anulando la vida, y lo más grave son las consecuencias e implicaciones que ello tiene hacia su pareja, ya que también en parte se la están anulando al otro. 

En estos casos disfuncionales, las parejas no tienen porque seguir pautas externas a priori, sino planteárselo ellos mismos y si pueden, llegar a acuerdos para mejorar su intimidad. 

De no superarlo es preciso solucionar las patologías concomitantes.

EYACULACION INVOLUNTARIA




Respuesta eyaculatoria involuntaria (REI), conocida habitualmente como eyaculación precoz, alude al trastorno más frecuente de la respuesta sexual masculina, afectando entre un 25 a 40% de los hombres, y en general casi todos han pasado por esta circunstancia alguna o varias veces. Se caracteriza por una falta de control del reflejo eyaculatorio, por ello la eyaculación puede ocurrir antes de la penetración o segundos después y esta situación les crea una gran preocupación. 

Es probable que la persona que pasa por esto sienta una importante desestabilización emocional, con angustia y ansiedad, inseguridad, falta de confianza en sí mismos y a veces se aíslan e inhiben e incluso llegan a no desear tener relaciones y/o conocer otras parejas por el sentimiento de vergüenza e impotencia que sufren, pues el miedo a que vuelva a ocurrir les crea una angustia anticipatoria que a su vez contribuye a que el trastorno se vuelva crónico. Además se vuelven hipersensibles ante los posibles juicios que la pareja pueda emitir sobre ello. 

Si por lo general la eyaculación dirigida y controlada al momento optimo, mejora el estado de ánimo en conjunto, la autoestima y la satisfacción por las relaciones, consiguiendo sentirse el sujeto más pleno y consciente de dar placer también a la pareja; cuando se convierte en problema puede llevar a la persona a estrés, depresión e incluso fobia a las relaciones. Hoy en día existen tratamientos personalizados, que analizan las experiencias y emociones vividas por cada sujeto, identificando como interpretó el episodio y qué le ha ido llevando en su vida sexual a la eyaculación precoz. Y a su vez valorando qué otras situaciones han contribuido a desarrollar estos temores, entre ellas el tipo de respuestas que haya tenido la pareja y cómo le han influido, si esta ha sido paciente y comprensiva o ha actuado de forma intransigente generando en él más frustración y ansiedad. Y sí puede afirmarse que el conjunto de pensamientos negativos asociados a la situación como las emociones de temor, miedos e inseguridades, junto a las reacciones incluso insultantes a veces por parte de la pareja contribuyen a agravar el problema. Y con todos esos datos se establece un plan terapeútico personalizado cuyo objetivo es conseguir que el hombre alcance esa madurez y evolución necesarias para intervenir en sus reacciones sexuales y dirigir en función de cada situación el cuando y el cómo eyacular,  con placer y confianza y dando también satisfacción a la otra persona para que ella también consiga el orgasmo. 

Este problema en muchas parejas ha influido muy negativamente, hasta el punto de que si no se pone remedio la mujer se va distanciando y la pareja se acaba. Es frecuente que por parte de la pareja se viva el problema como una torpeza por parte de él, o una negativa a darle a ella placer y creer que sólo piensa en él. O una especie de odio y rabia a la vez porque no puede satisfacerla y también pueden ocurrir varios sentimientos negativos y frustrantes que han ido desarrollándose en tantas ocasiones que las relaciones íntimas llevaron a un cúmulo de expectativas no cumplidas. 

Existen probabilidades de que muchas mujeres que han desarrollado el problema de inhibición del deseo sexual, (ausencia de deseos), viviendo con una pareja que sufra eyaculación precoz, se haya debido precisamente a que en múltiples ocasiones llegaron a excitarse y desearlo y tuvieron que sufrir la decepción y la insatisfacción. La pareja no pudo y no supo llevarles a conseguir el orgasmo y esta situación repetida en el tiempo pudo desarrollar en la mujer un sentimiento de considerar la excitación sexual como algo inútil, como si fuera una excitación con expectativas totalmente frustradas. De ahí que en su interior prefiriera no comenzar y así evitar pasar por ello. En consecuencia, como otros problemas psicológicos, puede ser un importante factor que contribuye a dificultades de pareja y a la separación.

EL EROTISMO



Es una forma de sentir, expresar, vivir y compartir el amor, la pasión y la ternura y así manifestar y experimentar la dimensión sexual, para una vida plena.
Es un potencial humano, un arte, dirigido al cultivo del amor y que se nutre de los otros componentes de la personalidad para crear escenarios donde el amor y la sexualidad lleven al máximo disfrute.

Precisa de la motivación, fuerza que inicia la búsqueda de información (una importante fuente de aprendizaje son los vídeos, películas y lecturas) y la imaginación y mediante la picardía, la insinuación y otras sutilezas, se componen situaciones creadas con sensualidad para estimular el amor, la sexualidad, la atracción. 

En el erotismo, todo el ser en su conjunto está implicado, con el cuerpo y la mente (principal órgano sexual), con el poder de la intención y expresándolo mediante la comunicación verbal y no verbal. 

Este potencial humano disminuye y se bloquea con enfermedades médicas y otras psicopatologías como la depresión, ansiedad, estrés etc., la vena erótica desaparece, también ocurre por la ingesta de fármacos u otras drogas legales e ilegales. 

También en las parejas puede crearse un importante deterioro de esta función, cuando hay conflictos y discusiones pues los deseos de intimidad para compartir placer con el otro se bloquean. 

En cambio, sí contribuyen a obtener los mejores resultados, los factores de personalidad relacionados con el positivismo, la practicidad, el buen humor, la inteligencia y la creatividad ya que juegan un papel central en la manifestación y la vivencia del amor de pareja y en el cultivo de esos momentos especiales de excitación, fantasía y sexo. 

En general conviene considerarlo como algo muy importante (junto a otros aspectos de la vida de las personas) y cultivarlo con frecuencia, ya que es la vía más segura para que la pareja se sienta querida y el amor perdure. 

En este arte del erotismo, en función de las habilidades de los participantes, intervienen la imaginación y la experiencia y todos los sentidos, olfato, gusto, tacto, vista, oído, y otros componentes del ser: el movimiento, la comunicación no verbal, los silencios y las palabras. 

Siempre conviene observar primero al "otro" para adecuar el contexto erótico y así crear el conjunto.

Imprescindible variar para conseguir estimular, lo mismo siempre, aburre. 

Hay personas que obtendrán una mayor estimulación creando un ambiente sadomasoquista y otras con algo más romántico con velas, perfumes y alimentos. 

Los juguetes eróticos contribuyen y tienen su protagonismo. A la vez conviene tener en cuenta además, que los atuendos en según qué casos, determinan. 

Las prendas íntimas sexys a veces tienen el poder de transformar a la persona que las usa, en alguien que se siente más dentro de la dinámica sensual y sexual ayudando de forma gráfica y componiendo una materialización de lo más apasionante del amor, llevando a los participantes a exteriorizarlo y así a participar en el baile de la manifestación de su potencial erótico, en conjunto con todo lo demás y regalando a la pareja también esos momentos tan especiales.

El movimiento, las caricias y el masaje a su vez, son elementos contundentes, llegando a ser arrebatadores y sin olvidar el lenguaje, arma poderosa que permite al ser humano expresar y compartir todas las emociones y sentimientos que se generan durante la vivencia amorosa al intimar con la otra persona. 

Este potencial mental, artístico y sensorial que poseen los humanos goza de las mismas características de desarrollo y crecimiento que otros componentes del ser: cuanto más se practica más se domina, se amplía y mejores resultados se obtienen (Lamarck, 1809). 

Los que han desarrollado este potencial y estas habilidades, disponen de un maravilloso regalo y pueden estar seguros de poseer las estrategias que les transportan a ellos y sus parejas, a disfrutar de las claves del placer y del éxtasis.

DISFUNCIÓN ERÉCTIL



En general en el marco de relaciones de pareja, se define como una incapacidad de mantener el pene en erección para conseguir una relación sexual satisfactoria. 

Existen muchas probabilidades de que tanto la persona que lo padece como la que está interactuando, se lleven una decepción importante cuando ocurre de forma repetida. 

A veces la pareja con su actitud, sus exigencias, impulsividad y/o irritabilidad puede causar un trauma serio si el hombre carece de una mínima seguridad y autoestima para soportar la agresión verbal. 

Las causas que contribuyen a este padecimiento pueden ser de tipo médico o psicológico. Antes de aplicar la Terapia Psicológica se descartan posibles factores médicos por parte del urólogo, o endocrino. 

Otras veces las causas son por la ingesta de drogas legales como alcohol, medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, supresores del apetito, cimetidina, tabaco, antipsicóticos, diuréticos, etc. y por otro el consumo de drogas ilegales como marihuana, cocaína, etc. 

Descartados los factores médicos y tóxicos, se evaluarán los psicológicos como pueden ser diversos factores afectivos bloqueadores, de relación con la pareja, por miedos, estrés, ansiedad, por sentimientos de culpa, por haber sufrido inseguridad personal y falta de autoestima e incluso personas que han sufrido de eyaculación precoz. 

La depresión puede producir disfunción eréctil. Para el diagnóstico se tiene en cuenta el factor tiempo, si dura más de tres meses, y que no sea debida a factores médicos o tóxicos mencionados anteriormente, y por supuesto si no está bajo la presión de un estado de estrés. 

Cuando el sujeto es incapaz de mantener una erección al despertarse a la mañana, sí es probable que sea por algún factor médico. Si los factores causales son psicológicos, en general con la terapia se obtienen muy buenos resultados. 

En algunas ocasiones la pareja es la que se obsesiona con la posible pérdida de erección del varón y mientras están manteniendo las relaciones, el comportamiento de ella que ya está a la expectativa de que se produzca, contribuye a que efectivamente, pierda la erección. 

Por ello, en función de cada caso puede ser preciso que ella acompañe a su pareja a la terapia. Otros cuadros que se pueden dar es cuando la pareja se siente infravalorada y piensa que o bien no le gusta, o no la quiere y es porque cree que pierde el entusiasmo con ella, lo cuan puede derivar en una crisis en la pareja, otras veces desarrolla episodios de celos en la mujer. 

No obstante en muchos casos cuando no se soluciona el problema a tiempo la pareja también se va desmotivando y comienza a pensar en dejarlo, o directamente se va al encuentro de nuevas relaciones que le sean más satisfactorias. 

Cuando se produce en el matrimonio, si el problema de la disfunción eréctil se prolonga, la mujer lo vive con sentimientos de frustración, rabia e impotencia y en su decepción y disgusto puede llegar a pensar en separarse. 

Afortunadamente cuando llegan a estos extremos es frecuente que acceda el hombre a ponerse en tratamiento y solucionar el drama que se les ha presentado. Las parejas más jóvenes le dan una importancia mucho mayor, aunque últimamente mujeres de más edad son igualmente exigentes con el tema. 

Esta solicitud hacia el hombre de que tiene que mantener “el tipo” y “dar la talla” en esos momentos de intimidad, fácilmente pueden contribuir a que el problema se agrave, debido a la inseguridad, dudas y expectativas negativas de que se vuelva a repetir. 

El varón entonces puede caer en una depresión y convertir el problema de la disfunción en el eje central de su vida. No obstante, con la terapia psicológica consiguen mejorar en la autoimagen, autoestima, alcanzar mayor seguridad en sí mismos, manejar el estrés y la ansiedad y superar la depresión. Así como desarrollar con la pareja una comunicación saludable.

AMOR- ODIO




En algunos tipos de personas el enamoramiento implica un espacio temporal, un proceso en el que surgen sentimientos de admiración hacia una persona, sintiéndose a la vez uno especial. 

En esta fase se suelen exagerar las cualidades del otro poniéndolo en un pedestal, proyectando una serie de cualidades de esa persona y amando esas cualidades. Con frecuencia la otra persona al fin no posee tales valores sino que han sido elaborados y creídos en la mente del otro. 

Y este es un horizonte muy propicio para las decepciones, enfadándose con la pareja por no ser como uno creía que era. Aquí la reflexión va en la línea de irritarse uno con sus elucubraciones mentales, obsesiones que él mismo ha recreado en su pensar. 

Si bien cuando un amor se extingue no tiene por qué ser convertido en odio, si es cierto que la decepción de lo que no fue lleve a la impotencia, la rabia, el resentimiento, el odio. Y así las relaciones se convierten en un infierno. 

Hay personas con perfiles en los que simultáneamente se dan emociones contrarias al mismo tiempo y personas, situaciones y objetos les hacen sentir una ambivalencia desde el inicio. La misma persona de la que se enamoran provoca en ellos tantos sentimientos y emociones de deseo, placer, admiración como de rencor, aversión y repulsión. 

Y en entre estas tendencias opuestas se les hace muy difícil construir  una pareja pacífica. En otras ocasiones el amor se va configurando de idas y venidas, épocas fantásticas se alternan con épocas de bajones, discusiones y conflictos. 

Bajo estas perspectivas de sentires encontrados la sexualidad y relaciones íntimas tiene importantes ingredientes sado-masoquistas, se empiezan a teñir de deseo destructivo, y a la vez agresividad y rabia llevan al éxtasis autosatisfactorio, no se ama a la otra persona se la utiliza para llegar al orgasmo y por su parte la persona masoca tiene la rara satisfacción de que aunque sea con violencia, es necesitada y  también por ello siente placer, percibe que es amada de una forma medio cruel pero para ella tiene un punto de atracción que le engancha. 

A veces estas relaciones poseen en sus componentes más intrínsecos, el amarre por las culpas, como dice Jesper Juul (2010), en su libro “Su hijo, una persona competente”: 

“Es un hecho triste que cuanto más se viola la integridad de una persona, más tiende ésta a cooperar y someterse a la persona responsable de la violación. Este fenómeno se observa tanto en niños como en mujeres que conviven con un compañero violento. Los profesionales que trabajan con víctimas de malos tratos han observado que existe una relación entre el nivel de violencia y el sentimiento de culpa. El objetivo de los malos tratos es destruir la integridad de la víctima hasta dejarla al borde de la muerte. Desde el punto de vista del maltratador, el maltrato es más efectivo cuando la víctima se siente completamente avergonzada de lo que ha pasado”. … 

Y tales manipulaciones están con frecuencia disfrazadas de peticiones de auxilio, ya que como es sabido:

“las víctimas tienen un gran sentimiento de lealtad hacia sus maltratadores que relacionado con las culpas les lleva a sentir la necesidad de ayudarlos incluso aunque sepan de antemano que pueden ser agredidos de nuevo”. 

Así la vida demuestra que en muchas ocasiones es preciso desarrollar la autoestima, superar las culpas y así encaminarse hacia un recorrido de placer y felicidad, superando todos los deseos de castigo que siempre conlleva la culpa. 

Las culpas siempre piden castigo y así en ese bucle la persona siempre permanecerá atada . Para las personas la ambivalencia amorosa puede convertirse en síntoma y ello ya es enfermedad mental. 

El orgasmo también es subjetivo, como los otros componentes del ser, y nadie le puede imponer a uno como sentirlo, pero la adicción a lo destructivo puede llevar a problemas mentales muy graves ya que se está imponiendo a la sensibilidad interior, sobrepasar los límites del dolor. Y esa disonancia cognitiva está sometiendo a la persona a su propia ruptura psíquica.

LOS HIJOS DE PADRES SEPARADOS




Sí, es cierto que los padres también tienen derecho a ser felices, y ante una situación de separación es probable que ya hayan hecho lo que podían y lo que sabían para evitarlo y ello no fue posible. Con la separación tienen la oportunidad de canalizar sus vidas con esperanza y el entusiasmo de volver a encontrar el amor y construir su “felicidad” de nuevo. Otro tema es el de los hijos. Esta experiencia de separación produce en los hijos, en general, mucho sufrimiento. Es cierto que si en esa familia ya existía el desamor, discusiones y conflictos, todo ello también ocasiona múltiples problemas en la prole, y en este caso continuar juntos implica prolongar el drama. 

Para un hijo supone la ruptura de sus esquemas vitales, de su seguridad, de su mundo de referencia que se transforma y viven en la distancia de un progenitor y la mayor parte del tiempo con el otro. Se sienten abandonados, con tristeza, temores y con sentimientos de desprotección, depresión y culpas. Puede ser que a veces parezca que lo han asumido y no presenten mayores conflictos pero en otras ocasiones el dolor queda enquistado y posteriormente en otra etapa de la vida les puede aflorar y manifestarse el drama vivido con diversidad de síntomas, a los cuales conviene atender cuanto antes para que construyan su personalidad, en el caso de que sean menores de la forma más saludable y equilibrada, y si son mayores para que el impacto sea lo menos desestabilizador posible. 

Las manifestaciones predominantes hasta la edad de dos años, pueden ser de irritabilidad, caprichos, berrinches, tristeza, ausencias, variaciones en el sueño, en el apetito y manifestación de enfermedades variadas.  En los siguientes años además de esto mismo se puede presentar el volver a orinarse, comportamientos obsesivos, rituales, excesiva responsabilidad, y así al ir creciendo pueden tener importantes dificultades escolares, de relaciones y con actitudes rebeldes hacia los padres. A veces aprovechándose de lealtades y conflictos entre sus padres, les manipulan para conseguir caprichos o incluso a veces se vengan, con su impotencia, rabia y resentimiento tratando de enfrentarles. 

En el caso de adolescentes sufren estos episodios de forma importante ya que puede haber un bloqueo en el desarrollo de su propia autonomía e incluso su desarrollo psico-sexual, por el desmoronamiento que puede producir la propia inestabilidad de sus padres. En algunas ocasiones se sienten tan responsables y preocupados por el estado emocional de estos, que lo experimentan como prioridad y posponen o relegan sus estudios para darles el cariño que perciben que les falta, e incluso a veces se sienten tan culpables por la situación de separación que sufren por no saber componerla de nuevo, como si fuera competencia de los propios hijos. 

En general a los padres les conviene tener en cuenta que lo que digan será tenido en la memoria para siempre. Lo primero, pedirles perdón por causarles ese sufrimiento, comunicándolo con amor y si puede ser ambos padres juntos y si hay más de un hijo, a todos a la vez. En circunstancias complejas y de sufrimiento como esta, se pueden cultivar y transmitir valores humanos también. Hablar a los hijos de las cualidades humanas que se percibieron ambos, además de los posibles defectos, es también ayudarles a madurar. Anticipar situaciones para planificar lo conveniente, antes de dar lugar a malentendidos y problemas. Dialogo apropiado a la etapa evolutiva de los hijos, compromiso y negociación civilizada, mantener las promesas, evitar siempre hablar mal del otro progenitor ya que es y será para toda la vida “su” padre o “su” madre. Explicarles que el problema no ha sido por ellos, los hijos, sino entre el propio padre y la madre. Todo este esfuerzo ayuda a crear actitudes positivas en las vidas de toda la familia favoreciendo el crecimiento y desarrollo de más paz y energía para continuar.

EL COACHING




Anthony Robbins, uno de los coaches más famosos del mundo, nos describe en su libro “Poder sin límites”, algunos aspectos y estrategias para aplicar en la relación íntima de “uno consigo mismo”, cómo organizar el lenguaje interno para que sea lo más productivo y beneficioso para la vida. Y es cierto que en ese diálogo interno de las cogniciones en el día a día, desde que despierta hasta que se duerme, es donde se determinan multitud de asuntos propios y de experiencias. De toda la gama de frases mentales que uno se puede decir así mismo (o más bien no se dice, pues funciona como un parloteo automático) hay algunas muy traidoras. Así están los pensamientos predominantemente negativos de la personalidad depresiva, o los de temor de la fóbica, o los repetitivos de la obsesiva, entre otros. 

Existe mucha gente que sencillamente va detrás de lo que su mente piense y hacia donde esta les lleve, siguen una inercia de vida mecánica y aprendida y viven obedeciendo a las cuestiones que esa mente les plantee y en las que esta fije la atención, soportando los anclajes de un mundo de estímulos, gente y circunstancias. En la actualidad, en este momento histórico, ya se conoce que la mente es la ayudante de las personas, no la jefa, la mente está para colaborar con el sí mismo y ayudar a la persona en su recorrido de vida a caminar por la ruta elegida, la mente no es la enemiga, es la energía que trabaja a favor del sujeto. O en contra, por lo que desgraciadamente se comprueba. Y la mayoría de esas personas víctimas del avasallamiento de su propio interior, viven con un anhelo común ya que precisamente sería su deseo superar esa esclavitud de estar sometidos a esas cadenas y que implica para ellos mucho sufrimiento un día tras otro y así años. 

Pues bien, la evolución humana en este siglo demuestra que sí hay conocimientos y estrategias y ya la ciencia del desarrollo personal puede colaborar para que las personas que se lo propongan inicien procesos para dirigir su mente y con ello su vida, gracias al crecimiento de la nueva ciencia. Si bien ya viene desde Sócrates pero perfeccionada actualmente con la ciencia de la Psicología, y especialmente de la neurolingüística. En realidad hoy ya se sabe demasiado como para poder autoaplicar claves que producen efectos muy beneficiosos y que contribuyen a la calidad de vida de las personas que lo deciden. Y tanto si es para superar un estado mental patológico como la ansiedad, depresión, fobias, o como si es para la consecución de metas y objetivos, el coaching se ha mostrado muy eficaz. 

Es un proceso en el que participan como mínimo dos personas, el entrenador o coach, que entrena, dirige y ayuda a que el solicitante coachee o persona que recibe la ayuda alcance la meta u objetivos establecidos poniendo en marcha su potencial personal, habilidades, actitudes y aptitudes. O también puede ser un grupo el que se beneficie del coaching. Cuando una persona consigue desplegar su potencial para alzanzar los objetivos o metas propuestos, ha aprendido además como hacer para así sucesivamente ir dirigiendo su vida hacia los fines que vaya decidiendo. El entrenador o coach gestiona con el cliente unos planes y acuerdos que lleven al cliente a las metas establecidas. La técnica es específica en cada coachee o cliente, en función de sus características personales, e implica el desarrollo de una serie de actividades y estrategias dirigidas a mejorar sus ejecuciones. Condición indispensable para que el coaching sea exitoso, es la relación de confianza que se establezca entre ambos. 

Y de todos los tipos de coaching, destaca el personal, empresarial, ejecutivo, organizacional, para el liderazgo, coaching de atracción, familiar, transformacional, deportivo, para la salud, ontológico y coaching holístico, etc. Habilidades aplicadas a diferentes aspectos de la vida: persona, pareja, familia, trabajo, empresa, organización, sociedad. Y esto es progreso personal y social.

EL ROL DE VÍCTIMA



Si hay alguna condición paralizante y bloqueadora en la vida, es el sentirse uno víctima. Refugiarse en ese papel que probablemente dio resultados en algún momento, precisamente al ir creciendo, lo va encorsetando y atando, cayendo al fin en las propias redes. La mayoría de las veces, de forma inconsciente, vive sintiendo un menoscabo por parte de los demás, y responsabilizando de ello al entorno, “son otros los que deben solucionar su situación” parece en estos casos un pensamiento predominante. 

En su dinámica de vida se desenvuelven como si culparan de su estado a los demás, familia, contexto laboral, al mundo y a la vida. Tienen un negativismo exagerado, magnificando cualquier detalle; critica todo y a todos, como si el mundo tuviera que estar hecho a su medida; en su forma de hablar se expresa con quejas y sufrimiento (no dice lo que quiere), parece que fuerzan a los demás a sentirse culpables de su desgraciada situación y sus quejas tienen que ser atendidas ya, son hábiles manipulando los sentimientos de los interlocutores, y procuran estimular su compasión; así la persona que escucha a la víctima tiene que dejar en parte de vivir, negar sus deseos y sus necesidades para intentar solucionar el dolor aparente y/o real de la víctima. Con lo cual demuestra que en múltiples ocasiones las personas que viven el rol de víctimas se convierten en vampiros de la energía de los demás. 

De una forma inconsciente y/o consciente les interesa ser el centro, anhelan la atención de los demás agravando sus problemas e intentando preocupar a los otros, y curiosamente nunca escuchan las sugerencias para mejorar su situación o para solucionar la cuestión de la que se están quejando. Esto es una buena pista para el interlocutor, el saber que las propuestas no le sirven y no toma iniciativas, y así una y otra vez; lo cual le pone en evidencia al otro que no tiene interés ni motivación para salir de su estado. Este factor clave de su personalidad, su pasividad, implica eso, siempre quejándose y nunca actuando y haciendo algo para cambiar su realidad. Bajo esta coraza hay una persona muy dominante, aplica la táctica de imponer a los demás sus desgracias y estos si entran en el juego quedan atrapados pues al haber estimulado su compasión se sienten obligados a liberarlo de su sufrimiento, a contribuir a solucionar sus problemas. Aspecto este que en el fondo la persona víctima no desea pues prefiere un camino de perpetuidad. Así consigue seguir siendo el centro de atenciones y continuar imponiendo su desgracia. Es probable que a las personas del entorno les convenga distanciarse emocionalmente y/o apartarse, de lo contrario pueden acabar siendo esclavos de la víctima que juega con ellos emocionalmente y al hacerlos sentir culpables les fuerzan a cuidarles; por ello, existen probabilidades de que desarrollen una depresión. 

Para este problema psicológico del victimismo, el acudir al psicólogo supondría una evolución y crecimiento que rompiera sus propias cadenas. Ayudarles para que aprendan a tomar el control de su vida, que desarrollen su iniciativa, su independencia y autonomía. Que den un paso adelante y que entiendan que los demás también tienen sus vidas con sus alegrías y sus tristezas y que trabajan para mejorarla. Que aprendan que es más fácil cambiar uno mismo que cambiar al mundo; que su camino de quejas y victimismo les hace vivir en una dependencia sin horizonte y a merced de los momentos y estados que los demás tengan, pues aún con buena voluntad, la gente también tiene que solucionar sus problemas y obligaciones; y sobre todo que asimilen que el ser humano posee en sí mismo un protagonismo por ser persona que conlleva una responsabilidad de decisiones sucesivas, unas más acertadas y otras en las que se equivoca y rectifica, siendo esta también una manera de constatar su autonomía e independencia.  En todo caso una vía más constructiva y satisfactoria. 

LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA Y FÍSICA



El maltrato psicológico (Marie France Hirigoyen, 1999) comprende abusos de toda índole, sexuales, manipulaciones, amenazas, intimidaciones, desprecios, insultos, gritos, humillaciones, frialdad afectiva, aislamiento; llega a ser muy grave y deteriorante para la persona que lo sufre puesto que se mantiene durante largo plazo y va siendo progresivo. 

La persona maltratada suele recibir estas agresiones de forma continuada. En general si la víctima tiene una autoimagen negativa, y falta de confianza, trata de agradar al agresor y ello alimenta el ciclo de destrucción, ya que este se vuelve más agresivo. A veces la persona acosada se enfrenta y ello incrementa el bucle de la violencia. 

En estos casos lo más recomendable sería establecer unas condiciones y si no se cumplen tratar de alejarse lo más posible de la pareja; a veces por sus características de baja autoestima, les es muy difícil, por ello necesitan terapia psicológica para poder superar la dependencia. 

Esta etapa de destrucción psicológica, es fácil que se suceda por otra con violencia física, componente que va incrementando la gravedad de la situación. 

Seguidamente el agresor pide perdón y realiza múltiples promesas de que ya no volverá a ocurrir, mostrando un aparente remordimiento, le hace algún detalle, regalo etc. y con ello su arrepentimiento le parece creíble al agredido. 

Todos estos aspectos, la víctima los cree una y otra vez, siempre perdona y comienza a desarrollar una esperanza de que todo cambiará e irá a  mejor. Pero los comportamientos se repiten, y con ello la violencia va en aumento, (1) “las víctimas tienen un gran sentimiento de lealtad hacia sus maltratadores que relacionado con las culpas les lleva a sentir la necesidad de ayudarlos incluso aunque sepan de antemano que pueden ser agredidos de nuevo”.

A veces las intimidaciones han sido tan contundentes que la víctima ha llegado a recibir amenazas de muerte tanto para sí como para su familia, y hacia la destrucción de sus bienes o patrimonio. El hecho de que la víctima haya recibido golpes, empujones e incluso en muchas ocasiones se haya llegado a poner una denuncia por malos tratos, y tener que retirarla por estas amenazas, lleva a la víctima a creer que una persona tan destructiva y agresiva y capaz de golpear, puede realmente matarla o matar a los familiares.

Con todo ello, el poder que ejerce la persona violenta sobre la víctima es tan fuerte que la persona maltratada se ve incluida en una trampa, un círculo mortal. En múltiples ocasiones cuando la víctima se queja a la familia se le dice que es mejor que lo arreglen, que siempre hay que aguantar, o más grave aún, que se metan con las características psicológicas de la víctima, que si tú eres así o de la otra manera. 

Y Precisamente esto es un importante detonante para las culpas y por esta razón en múltiples ocasiones la persona agredida psicológica y/o físicamente, cree que es ella la rara, la que está provocando todo. 

Esta situación tan compleja y progresiva a lo largo del tiempo va consiguiendo en la víctima una desestructuración psicológica, estrés, depresión, fobias, obsesiones etc., se va desmoronando y sintiendo una impotencia muy grave. 

En general el agresor, narciso perverso, sufre un retraso cultural y humano, no ha desarrollado valores como la empatía, la comprensión, tolerancia, respeto por los demás, mínimamente. En conjunto este tipo de relaciones conlleva el desarrollo de múltiples enfermedades de toda índole y puede decirse que el precio que paga por ello la sanidad pública es muy alto. 

El ser víctima le supone a la persona un infierno, una vida horrible e incluso también conlleva un estado psicológico tan deteriorado que puede acabar en el suicidio, de forma activa o pasiva, (2) El objetivo de los malos tratos es destruir la integridad de la víctima hasta dejarla al borde de la muerte”. (1) y (2), Jesper Juul (2010), en su libro “Su hijo, una persona competente”.

LA TIMIDEZ


Desde la niñez, la timidez se va desarrollando en personas que han sufrido muchas exigencias, con una baja autoestima, con miedo a ser rechazados y criticados, con la sensación de que no gustan y a la espera siempre de respuestas inapropiadas por parte de los demás.

 Implica un gran sufrimiento, su mente siempre dividida pendiente de las actividades que están realizando y simultáneamente pensando en qué dirán los demás o si gusta a los demás, lo cual mina bastante su rendimiento, incluso sabiéndolo hacer, a veces, si se sienten observados se aturullan y se equivocan. 

Estas situaciones les crean mucha angustia y ansiedad. Es probable que tengan un importante miedo a la crítica, al rechazo o al desprecio y la humillación. 

A veces se ha sufrido algo de esto en la propia familia o bien en la escuela se ha sido víctima de acoso. El miedo es a su vez el compañero inseparable de la persona tímida, lo cual corrobora también el gran sufrimiento que ello supone; en conjunto estos sentimientos conllevan un importante desgaste psicológico y se angustia y se deprime. 

De ahí que hoy se sabe el malestar y los trastornos emocionales que derivan del problema de la timidez puesto que afectan a múltiples aspectos de la persona. En situaciones con gente les bloquea mucho, su pensamiento casi se queda en blanco y no saben que decir o cómo reaccionar. 

Al ser conscientes de ello todavía repercute más y aún se sienten peor como si fuera un bucle que se va agrandando. A veces este malestar y vergüenza les hace ponerse tan nerviosos y se vuelven tan inseguros que llegan a decir, según manifiestan algunos, tonterías o frases inapropiadas de las que luego se arrepienten y esto aún es peor ya que se recluyen más, y su autocrítica se vuelve más feroz. 

En otras ocasiones cuando no se da superado, a muchas personas les lleva a beber para así sentirse más desinhibidos. 

Para superar la timidez existen múltiples técnicas a aplicar en función de cada caso. Algunas estrategias generales inciden  sobre todo, en aspectos centrales como es el no sentirse en la obligación de ser perfectos, comprender que cada uno tiene sus defectos y lo que realmente importa es intentar aprender de los errores y mejorar lo que se pueda. 

Muy interesante comenzar a cambiar sus cogniciones y razonamientos sobre lo que son los demás o piensan los demás; en ocasiones siendo gente incluso con mucho potencial, nobles y con muy buenas actitudes en comparación con las personas cercanas, la timidez parece que lo tiñe todo de duda, fragilidad y torpeza (mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve, decía un proverbio Griego). 

Les convienen las actividades con  otros, familia, amigos, grupos de cursos, y  no aislarse. Tener la firme convicción de participar y escuchar para entender mejor a los demás, esto les sirve para desmitificar a la gente y así comprobar cuántos aspectos también tienen en común y aprender de todos. 

La acción de interactuar con los demás les da confianza y fortaleza, así con coraje van cogiendo confianza y sintiéndose más espontáneos. 

Relativizar la vida y no dramatizar todo como si con su actuación ya se acabara el mundo, mejor pensar “hice lo que pude y así está bien”; ya se ve que ni la gente ni el mundo son tan perfectos; y así ir definiendo el propio espacio al que uno tiene derecho ya por ser persona con sus cualidades y sus errores, valorando el hecho de actuar lo mejor que se pueda y aprender para la vez siguiente; espacio que merece ser respetado y digno de consideración por los demás. 

Se acabó lo de tratar de ser invisible e intentar permanecer en la sombra. La persona tímida necesita saber que como los demás temas que se van aprendiendo en la vida, la psique también dispone de potencial para evolucionar en la timidez y alcanzar soltura; necesita tener la firme convicción de que en ello,  si va practicando en un tiempo irá siendo mucho más seguro de sí mismo.