Para mis hijos:
En nombre de vuestra madre (ya difunta), y en el mío, recibid nuestro más sincero agradecimiento.
Yo con la más profunda humildad quiero pedir perdón a Dios, a vuestra madre y a todos vosotros, por mis errores de toda mi vida.
Si cuando lleguéis yo no pudiese hablar, recibid todos un fuerte abrazo en mi último adiós, (firma).
Yo con la más profunda humildad quiero pedir perdón a Dios, a vuestra madre y a todos vosotros, por mis errores de toda mi vida.
Si cuando lleguéis yo no pudiese hablar, recibid todos un fuerte abrazo en mi último adiós, (firma).
(Carta publicada por encargo de la hija).