En esta enfermedad mental, la hipocondría, el sujeto sufre muchísimo ya que cualquier sensación corporal que tenga la interpretará como el síntoma de una enfermedad grave. Puede ser una erupción en la piel, una pequeña mancha, un granito, un tirón muscular, gases intestinales, indigestión... Todo lo que suponga una llamada de su atención hacia el cuerpo, lo imagina como la posibilidad de algo grave y después, la muerte.
Es frecuente que el sujeto tenga depresión y ansiedad y si esto se agrava, se vuelve más hipocondriaco.
Actualmente las personas así acostumbran a buscar en la web todo tipo de enfermedades, y muchos se vuelven expertos. La preocupación les lleva a querer saberlo todo sobre medicina. Se conocen infinitos nombres raros, de tanto leer sobre ello.
Suelen realizar ante cualquier síntoma muchas exploraciones, acuden a especialistas una y otra vez y se decepcionan cuando les dicen que no es nada, ya que tal vez lleven pensando que es una enfermedad grave, desde hace tiempo y ya no tenga remedio.
Otras veces no creen en las pruebas médicas y van a otro especialista, pensando que el anterior no se lo descubrió.
Siempre piensan lo peor e interpretan de todo lo peor. Lo que dice el doctor, siempre es por algo malo, o muy grave.
Tienen gran curiosidad por las enfermedades de los demás y cuando oyen de alguna, casi piensan que sufren los mismos síntomas. Y suelen hacerse pruebas a ver sí ellos también la padecen.
Y otra clave de esta enfermedad, es que cuanto más miedo tienen, más se agravan los síntomas.
En la niñez o en periodos anteriores puede que hayan vivido situaciones de abusos. En otras ocasiones son personas de tipo obsesivo que han desarrollado la obsesion por el cuerpo.
En todo caso se trata de un sufrimiento grave que les ensombrece las vidas. Y la necesidad de la terapia psicológica se vuelve para ellos fundamental. Así aprenden a conocer las causas de la enfermedad y como afrontar esas obsesiones.