Tus emociones tanto negativas como las positivas son fundamentales como pistas para ti, para conocer más de tus preferencias, o de lo que sientes en algunas situaciones, o con determinadas personas, o qué es lo que te daña o lo que te duele o lo que te da fuerza, pasión, alegrías...
Cada estado emocional, que viene marcado por unas sensaciones y vibraciones diferentes, o cada experiencia, nos genera unos estados emocionales y conviene mucho permitirse sentirlo, asomarse a ello, atenderlo.
Es nuestro ser el que habla y nos comunica cómo se ha sentido con esa vivencia, es nuestro "yo" por medio de la emoción sentida, alegría, pena, amargura, dolor, tristeza, apatía, miedo, rabia, asco... El YO, que nos ha comunicado expresando su sentir y la repercusión que esa situación ha generado en nosotros.
El regalo que nos aporta, es para que después de sentir esa comunicación, pensemos, meditemos, elijamos, decidamos como preferimos continuar nuestro camino:
Deseamos repetir lo mismo, con la misma gente...?
Decidimos cambiar nuestras acciones...?
Elegimos otras situaciones...?
Diseñamos nuevos escenarios...?
Es nuestra vida la que con cada experiencia y vivencia se va creando. Por ello las personas que no se sienten a sí mismas, que se anulan, que no se oyen, tienen infinitos problemas.
Tampoco sabrán escuchar a los demás y vivirán una vida vacía, o llena de aspectos que la sociedad ha ido depositando en ellos, pero que no son "ellos". Y un vivir disfuncional trae complicaciones y enfermedades.
Y así surgen las diversas fuentes de sabiduría a lo largo de la historia, que sugieren la meditación y el conocerse, y vivir el aquí y el ahora de la vida.... Y algunas otras en la misma dirección.
Vida llena de no se sabe qué..., y lo que la sociedad depositó al ir creciendo, NO ES LA VIDA PROPIA, ES UNA VIDA ALIENADA...
Para vivir la propia, primero hay que sentirla escuchando a las emociones después de cada experiencia y así ir eligiendo lo que cada uno decida. Esta es la propia vida, la que tiene como referencia EL SÍ MISMO...