Cuando las personas abandonan su ritmo de encuentros sexuales, o bien por cambios en la vida, o múltiples razones que les surjan, pueden encontrarse con algunas consecuencias indeseables.
Y algunas restan la calidad de vida, como puede ser el "incremento del estrés".
Se ha demostrado que las relaciones sexuales facilitan la relajación y una vida más pausada, puesto que la práctica habitual tiene el potencial de reducir las hormonas responsables del estrés.
Tomar nota y cambiar de hábitos si se puede..."a mayor frecuencia de relaciones, menor estrés".
Y en consecuencia también, mayor grado de armonía en la pareja...
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