Continuando con los roles frecuentes que las personas juegan en la pareja, existe también el de "madre e hijo, o padre e hija".
El nexo amoroso que genera esta relación, es la de cuidar y proteger y por parte del otro, sentirse atendido y cuidado y acatar esa dinámica.
Este tipo de interacción permite obtener satisfacciones a ambas partes, ya que se desarrolla convirtiendo los cuidados recibidos en la constatación para el otro, sí ayuda al "hijo" o la "hija"...luego tiene el poder...
Y a su vez la persona que recibe, estar contenta y feliz...de permanecer así, como siendo el hijo que no crece...
Es como si el hiper-responsable padre o madre, se creen con la obligación de proteger al otro como si fuera su progenitor.
Y a su vez el que está en el rol de hijo o hija, se sienten muy a gusto ya que sienten que son muy importantes para su pareja, se abandonan a los cuidados y viven tranquilos.
No se esfuerzan por conquistar su propia autonomía o responsabilidad, viven una especie de prolongación de su hogar y su vida de hijo continúa...
En estas situaciones, a veces la pareja se puede tambalear cuando o bien el que hace de progenitor supera su necesidad de cuidar al otro y encuentra a una persona más acorde con lo que es una pareja de adultos...
O el que hace de hijo, por diversas circunstancias de la vida va creciendo y ahora ya no necesita más madre o padre, ya no necesita sentirse como el hijo de..., es como si ya hubiera madurado y crecido y prefiere una conexión de pareja con alguien más acorde a su momento vital...