No te asustes tanto ni le des una gran importancia.
La gente muchas veces se equivoca y no se siente seguro en todas las situaciones.
Es mejor que te vayas aceptando y no estés constantemente a la búsqueda de los posibles fallos.
Y mucho menos castigarte sintiéndote culpable cuando creas que algo no salió como deseabas.
Tal vez un factor causal que te lleva a ello es la costumbre de anticipar la situación viéndote fracasando en ella, o diseñando de qué manera exacta tiene que salir.
Es preferible configurarla con más flexibilidad, entendiendo que nadie es perfecto y la gente tal vez ni siquiera espera eso de ti.
Si cambias tus significados de la vida y superas esa rigidez de esquemas, tendrás más oportunidades de aceptarte fluyendo con el momento, sin juicios ni críticas feroces que te hunden en el desánimo.
Así relativizando podrás estar más cómodo y seguro contigo mismo y todo te saldrá mejor, ya que con más confianza y seguridad, el desempeño mejora.
Otra faceta es cultivar tu autoestima, esperando de ti ser más realista y entendiendo que sí puedes hacer las cosas suficientemente bien, no es necesario esperar LA PERFECCIÓN...