La pareja son dos humanos. Cada uno con sus diferencias de personalidad, que tienen que ser respetadas por el otro para que puedan convivir a gusto.
Si comienza la lucha de poder y cada uno quiere tomar la preponderancia sobre el otro, imponiendo su necesidad de mando, egocentrismo e intentando el dominio, eso no es amor, y es la forma de asfixiarlo si es que lo había.
Esa necesidad de mandar puede provenir de complejos de inferioridad.
Llamar la atención al otro constantemente porque no hace las cosas a la forma del otro... eso no es permitirle su espacio...! Esto puede que contribuya a su sentimiento de ninguneado, marginado, humillado...
Lo más favorable es valorar al otro, y también aceptar sus propuestas, ambos se sentirán aceptados y queridos por el otro.
Si comienza la lucha de poder y cada uno quiere tomar la preponderancia sobre el otro, imponiendo su necesidad de mando, egocentrismo e intentando el dominio, eso no es amor, y es la forma de asfixiarlo si es que lo había.
Esa necesidad de mandar puede provenir de complejos de inferioridad.
Llamar la atención al otro constantemente porque no hace las cosas a la forma del otro... eso no es permitirle su espacio...! Esto puede que contribuya a su sentimiento de ninguneado, marginado, humillado...
Lo más favorable es valorar al otro, y también aceptar sus propuestas, ambos se sentirán aceptados y queridos por el otro.