En resumen, las personas tienen el potencial de la libido y por ello
el derecho al placer sexual.
La calidad de vida que aporta, se relaciona con un bienestar y mejora a
todos los niveles, emocional, intelectual, psicológico, de salud física, espiritual, y relacional.
En
conjunto, la
sexualidad es también el amor a las personas y el placer sexual es muy beneficioso
y proporciona plenitud.
Todos los aspectos vitales que interfieran o
perjudiquen a ese potencial, pueden ser tratados para mejorar en ello.
Vivir con ese vacío y las carencias sexuales, repercute en una vida
empobrecida.
Y cuando aflora de nuevo y se despierta su fulgor, la dinámica
vital de la gente se transforma.
Sí, la expresión de ese conjunto de la libido y su componente de sexualidad,
es la manifestación de un potencial del que se es dueño, y por ello las personas puede decidir sobre ello, le
pertenece.
El amor siempre va más allá...