Cuando juegan están desarrollando su ser, y es frecuente que se les impida ese tiempo libre y se les llene de clases particulares o deberes..., es un ataque a la infancia, a la humanidad...
Permitirles sus espacios y sus tiempos, sin sobreprotección, programando y marcando sus movimientos, les ayuda a:
-Aprender que se puede uno equivocar o fallar y no pasa nada, hay que esforzarse y superarlo,
-Tolerar la frustración,
-Aprender que se pueden superar los errores,
-Descubrir que existen alternativas,
-Crecer en autoestima,
-Salir de su ombligo, descubrir la interacción con los demás niños, y aprender que también existe el "no"...
-Comprobar que no todo es perfecto y alegre,
-Permitirle que descubra la existencia de las emociones negativas como la impotencia, tristeza, la pena, la rabia, y aprender el afrontamiento y la gestión de todas ellas,
-Así jugando también aprenden a trabajar en equipo...
Y sobre todo las personas aprenden así desde pequeños que uno se puede caer y levantar..., es el proceso...