La sexualidad pertenece a lo íntimo de cada ser, y el respeto al otro pasará por guardar silencio.
La expresión del amor compartida en los momentos de pasión, no tiene por qué ser publicada, si los dos no están de acuerdo.
Y es que las decisiones sobre el derecho a la privacidad, son propias de cada persona, y en el ámbito de la sexualidad también.
Contando con el permiso de los que intervengan en esos comportamientos, respetar y ser respetados...