Que
nadie imponga o convenza de lo que no se desea hacer, el sujeto decide si
disfruta de su cuerpo, y cómo.
Al elegir las preferencias, no existe sometimiento o violencia, agresiones, torturas o mutilaciones.
La integridad está primero, comenzando por el propio cuerpo. Sí importa la seguridad sexual, protegerse, que nadie lo impida.
Así mismo las personas son libres para decidir con autonomía, el tipo de vida sexual que prefieren, sin imposición de otras voluntades, con derecho a elegir y decidir, viviendo y dejando vivir.
El respeto comienza por guardar silencio, tan vulnerado hoy en las redes sociales, puesto que las experiencias del amor compartido en los momentos de pasión, no tienen por qué ser publicadas, si los dos no están de acuerdo.
Y es que el derecho a la privacidad es propio de cada persona, y más en el ámbito de algo tan íntimo cómo las relaciones sexuales, respetar y ser respetados...(SIGUE)...
Al elegir las preferencias, no existe sometimiento o violencia, agresiones, torturas o mutilaciones.
La integridad está primero, comenzando por el propio cuerpo. Sí importa la seguridad sexual, protegerse, que nadie lo impida.
Así mismo las personas son libres para decidir con autonomía, el tipo de vida sexual que prefieren, sin imposición de otras voluntades, con derecho a elegir y decidir, viviendo y dejando vivir.
El respeto comienza por guardar silencio, tan vulnerado hoy en las redes sociales, puesto que las experiencias del amor compartido en los momentos de pasión, no tienen por qué ser publicadas, si los dos no están de acuerdo.
Y es que el derecho a la privacidad es propio de cada persona, y más en el ámbito de algo tan íntimo cómo las relaciones sexuales, respetar y ser respetados...(SIGUE)...