A no justificarse ante los demás.
A ser el primero.
A ser el único que interprete y otorgue significado a sus sentimientos, a sentirlos y si lo desea manifestarlos o no.
A pedir opinión, sin tener el compromiso de hacer lo que escuchó.
A no obedecer las opiniones, consejos o mandatos de los demás.
A hablar con las personas intervinientes en una situación cuando no esté definida para clarificar los compromisos y responsabilidad de cada uno.
Y en general a crear su propio espacio, límites y experiencias personales, atendiendo a su propia responsabilidad, libertad y autonomía, respetando a los demás.