Una realidad que no se puede ignorar. Detrás de los abrazos, está un ser humano, alguien que está detrás de esas piernas, pecho, espalda, y que tiene una vida.
Y así creciendo en una comunicación de lo personal, abrís nuevos horizontes de sintonía y confluencia. Recordar que siempre es el amor de esas personas y la totalidad, con la que estáis compartiendo la sexualidad y las relaciones íntimas, por ello es el amor, tu amor y el de la otra persona lo que está presente, más allá del mero cuerpo físico.
Y es que los humanos son eso, cuerpo, mente y espíritu...