Las personas más fuertes, también tienen miedos, forman parte de la vida.
Lo que sí están dispuestas es a desarrollar el coraje suficiente para afrontar lo que les vaya surgiendo.
Y suele ocurrirle a veces a la gente, cuando aflora el miedo al rechazo.
Estas personas han aprendido que no pueden estar dispuestas a decir sí a todo, para no caer mal, o para no perder amigos, familia, y/o compañeros.
Han aprendido a elegir, prefieren su no, a las propuestas, muchas veces egoístas que se les están planteando.