Los efectos psicológicos devastadores de la pandemia se ponen en evidencia a corto, medio y largo plazo.
Su impacto mental ha disparado los diferentes trastornos como el estrés emocional, angustia, miedos, ansiedad, obsesiones, desestabilización psicológica, hipocondría, depresión y suicidios, adicción al juego, a las drogas, y agotamiento mental, entre otros.
Es una larga lista de enfermedades que definen las diferentes caras del sufrimiento humano, cebándose en gente con vulnerabilidad previa.
Sin embargo, los psicólogos en España escasean, unos 4 por cada 100.000 habitantes en Galicia, en el resto de comunidades una media de seis, y llegando a ser 20-40 por cada 100.000 la media en Europa.
Unido a los estigmas sociales que aún persisten en España, hay muchas personas desbordadas por su dramática situación o bien porque que no desean, o no pueden dar el paso de buscar asistencia psicológica...(SIGUE)...