Tratan de conseguir materiales para usarlas en el propio placer del pederasta o para traficar con las plataformas pedófilas de internet.
La táctica para aislar a la víctima, con el intento de protegerse, es mediante el vínculo de amistad y confianza.
Crear un marco de interacción secreta que produzca ese acorralamiento a la víctima de sus redes de apoyo como la familia, amigos, profesores, y así compartir las actividades sexuales en absoluto secreto.
Según los expertos que persiguen este tipo de acoso y violencia sexual, desde el confinamiento los datos se han desbocado y han crecido en conjunto un ciento sesenta por ciento...(SIGUE)...