sábado, 25 de julio de 2015

AMOR & INTELIGENCIA / LOVE & INTELLIGENCE



La primera clave de un amor de pareja inteligente, es saber "escuchar", observar el mundo del otro, la perspectiva desde la que habla la pareja, y no interpretar todo lo que dice desde el propio mundo mental, desde los propios esquemas y las propias fantasías.

En la pareja el exceso de ideas de autorreferencia, siempre hablando del "sí mismo", aburre al otro e interfiere en la comunicación.

La pareja necesita sus tiempos para compartir puntos de vista y crear la dinámica de la relación. Compartir las experiencias o vivencias que uno desea del día a día. 

Tomar decisiones en conjunto, es preferible no imponer nada. La negociación es la clave.

Poner la intención y conseguir ser elegante en el trato, con las palabras, los hechos, las actitudes. 

Aplicar cada día cierta dosis de romanticismo, para mantener activa la seducción y alimentar las fantasías amorosas.

Cultivar las distancias personales, la gente tiene necesidad de respirar, de su propio espacio para la autorrealización. Su trabajo, su formación y estudios, su deporte, su familia, sus amigos. 

Vivir en pareja una relación saludable e inteligente, requiere unos tiempos personales y estar continuamente juntos significaría una fusión, una asfixia. "Cuidado", la fusión puede terminar rápido con la relación. Mientras que cuando ambos sienten una distancia que les permita "el fluir de su yo", estarán más felices.

Ser flexible para reconocer que se está aprendiendo y que en ese camino existen los errores. Reconocerlo y pedir perdón. Es más fácil vivir así en pareja, que con una persona que siempre se cree perfecta y en posesión de la verdad.

Es necesario lo nuevo, lo diferente. Aunque algunas aficiones y gustos se repitan, es necesario introducir lo nuevo. Experiencias no conocidas, y descubrir otros mundos, actividades, horizontes, comidas, personas. Expandir el mundo de la pareja atraerá vida a la misma.

Recordar con frecuencia a la pareja, los aspectos que gustan de él o de ella. Mencionar de vez en cuando su valía personal, sus potenciales y sus habilidades. Reconocer lo positivo en el "otro".

Y compartir emociones y sentimientos. Expresar como se siente cada uno, y preguntar al otro también por sus impresiones sobre algo, sus emociones, cómo le ha sentado algo, que sintió con tal vivencia. El objetivo es crear el mundo propio e íntimo con la pareja, en la confianza de ser entendidos y apoyados.