La abulia en una enfermedad mental que implica ausencia de voluntad, de iniciativa y de energía. Es como si el sujeto tuviera su voluntad enferma.
Es lo contrario a estar motivado, la gente tiene falta de impulso, de fuerza, de interés.
El sujeto tiene como un estado permanente de apatía y de pasividad, los días transcurren y no tiene iniciativa para nada, ni toma decisiones. Su actitud es pasiva y la pereza le tiene paralizado.
Su funcionamiento es como seguir una inercia de rutinas mínimas establecidas.
Conviene identificar el origen, a veces el estado del paciente tipo abúlico, es la consecuencia de otras complicaciones como por una depresión cronificada, otras veces por algún tipo de ingesta tóxica, como los porros, o por sufrir un hipotiroidismo no tratado.
Los síntomas más frecuentes, además de las actitudes ya comentadas son:
-Somnolencia,
-Pasividad y falta de iniciativa,
-Pereza y falta de interés para todo,
-Inhibición y reducción del movimiento,
-Lentificación de los movimientos,
-Ausencia de reacciones a los estímulos o muy lentificadas,
-Espontaneidad nula,
-Escasa o muy baja interacción social,
-Falta de interés en el transcurrir vital diario,
-Pensamiento ralentizado, tarda en generar las respuestas,
-Habla muy lenta, con pobres pensamientos y razonamientos.
Lo conveniente en estos casos es exploración médica y psicológica, elaborando un proceso diagnóstico para establecer una terapia adecuada, tanto médica si hiciera falta, como psicológica.
Es lo contrario a estar motivado, la gente tiene falta de impulso, de fuerza, de interés.
El sujeto tiene como un estado permanente de apatía y de pasividad, los días transcurren y no tiene iniciativa para nada, ni toma decisiones. Su actitud es pasiva y la pereza le tiene paralizado.
Su funcionamiento es como seguir una inercia de rutinas mínimas establecidas.
Conviene identificar el origen, a veces el estado del paciente tipo abúlico, es la consecuencia de otras complicaciones como por una depresión cronificada, otras veces por algún tipo de ingesta tóxica, como los porros, o por sufrir un hipotiroidismo no tratado.
Los síntomas más frecuentes, además de las actitudes ya comentadas son:
-Somnolencia,
-Pasividad y falta de iniciativa,
-Pereza y falta de interés para todo,
-Inhibición y reducción del movimiento,
-Lentificación de los movimientos,
-Ausencia de reacciones a los estímulos o muy lentificadas,
-Espontaneidad nula,
-Escasa o muy baja interacción social,
-Falta de interés en el transcurrir vital diario,
-Pensamiento ralentizado, tarda en generar las respuestas,
-Habla muy lenta, con pobres pensamientos y razonamientos.
Lo conveniente en estos casos es exploración médica y psicológica, elaborando un proceso diagnóstico para establecer una terapia adecuada, tanto médica si hiciera falta, como psicológica.