La gente, cuando se proponen lograr alguna meta, les puede ir genial trabajar concentrados durante un tiempo, pero una vida de autoexigencia continuada, es como una cárcel, muy contraria a la propia naturaleza.
A veces la gente se trata a sí mismo como un verdadero tirano. Tienen que trabajar tanto, estar todo el día rindiendo, con escasa dedicación a sus cuidados personales, y así hasta el agotamiento.
Necesitan del autocontrol para sentirse seguros, y acaban asfixiándose. Suelen tener una vena de sadomasoquismo, y cualquier logro les parece poco.
Se someten continuamente a un rígido y exigente control y someten a sus necesidades emocionales, como si no escucharan a su "propio yo", y con un alto espíritu de responsabilidad insaciable.
En su vida no existe ni el ocio ni el hedonismo, son personas muy serias y responsables y lo peor exigen muchísimo a las personas que tienen en su entorno. Los demás les perciben como déspotas y con una disciplina militar, sufriendo mucho en las relaciones.
Otro factor peligroso y devastador para ellos y para los familiares o empleados, es la enfermedad derivada de la rigidez de esquemas y su cerrazón mental. Desarrollan todo tipo de patologías del tipo ansioso-depresivo, estrés...
En conjunto, las personas de autoexigencia alta, tienen descontrolado su afán de perfeccionismo y superación y no conocen el equilibrio.
De hecho en las vidas, el ocio y el descanso suponen un tiempo muy restaurador para el equilibrio personal, y al permitírselo, la gente se vuelve más creativa y resolutiva...(SIGUE)...
A veces la gente se trata a sí mismo como un verdadero tirano. Tienen que trabajar tanto, estar todo el día rindiendo, con escasa dedicación a sus cuidados personales, y así hasta el agotamiento.
Necesitan del autocontrol para sentirse seguros, y acaban asfixiándose. Suelen tener una vena de sadomasoquismo, y cualquier logro les parece poco.
Se someten continuamente a un rígido y exigente control y someten a sus necesidades emocionales, como si no escucharan a su "propio yo", y con un alto espíritu de responsabilidad insaciable.
En su vida no existe ni el ocio ni el hedonismo, son personas muy serias y responsables y lo peor exigen muchísimo a las personas que tienen en su entorno. Los demás les perciben como déspotas y con una disciplina militar, sufriendo mucho en las relaciones.
Otro factor peligroso y devastador para ellos y para los familiares o empleados, es la enfermedad derivada de la rigidez de esquemas y su cerrazón mental. Desarrollan todo tipo de patologías del tipo ansioso-depresivo, estrés...
En conjunto, las personas de autoexigencia alta, tienen descontrolado su afán de perfeccionismo y superación y no conocen el equilibrio.
De hecho en las vidas, el ocio y el descanso suponen un tiempo muy restaurador para el equilibrio personal, y al permitírselo, la gente se vuelve más creativa y resolutiva...(SIGUE)...