A lo largo de la vida hay etapas más felices, y otras que vienen con dificultades y desafíos.
Cada pareja es un mundo y afronta estos periodos desde diferentes posicionamientos, como es natural.
Y es en esas fases cuando conviene sacar lo mejor de uno mismo para afrontarlo, y para hacer balance conjunto de su vida y las circunstancias.
Conviene valorar las cualidades mejores de cada uno, escoger lo mejor de la situación y dirigir la mente hacia las metas.
Es fundamental en estos momentos de complejidad, cuando interesa tomar el control de las emociones, no permitir que les desborden ya que esto les puede llevar a importantes desequilibrios psicológicos, y trabajar por el camino seguro.
Una estrategia que siempre da resultado es centrarse en soluciones:
-Cómo pueden hacer para salir adelante,
-Qué tiempo se darán para llevarlo a cabo,
-Qué ayudas técnicas necesitan para conseguir lo que desean,
-Qué personas están implicadas que puedan ayudar,
-Cuáles son los recursos disponibles,
-De qué otras formas lo pueden solucionar,
-Qué supondrá para ellos el haberlo conseguido,
-Y así otras condiciones que vayan surgiendo y tengan que resolver...
Todo lo que sea preciso, antes de darle vueltas a los problemas, y obsesionarse con ellos, quedarse estancados, y al fin atraer más problemas. De ahí, sí es más difícil salir...
Cuando la gente piensa en "soluciones", se va volviendo más generativa, le fluyen más ideas y sobre todo, y al ver más amplitud y posibilidades, les surgen mas oportunidades que en un principio no se habían percibido.