viernes, 14 de octubre de 2016

TENER UN HIJO FELIZ...?


Los niños necesitan su espacio, y en muchas ocasiones no son entendidos. Sus padres priorizan los aprendizajes, frente al desarrollo saludable del pequeño, el permitir que aflore la fortaleza de su persona, es decir, que los hij@s sean felices.

Es la naturaleza de los pequeños la que requiere un "experimentar la vida", para multiplicar sus neuronas y expandir su inteligencia y su ser.

Cuando exploran el mundo, tocan, saltan, miran, dejan caer los objetos, desarman sus juguetes, desmontan algunas cosas de la casa, y muchas otras acciones en plan investigadores, están viviendo, están aprendiendo.

Los padres o profesores, pueden estar cerca observando, en algún momento habrá que cuidar de que no se dañen o toquen algo peligroso, sin embargo, están cultivando muchos aspectos personales.

Entre ellos la creatividad, la iniciativa, cultivando su potencial de sensibilidad, la física, las matemáticas, el lenguaje, las relaciones.

Todo un mundo que se expande ante sus ojos.

Por ello cuando están cerca y en movimiento, y sus padres se irritan y les exigen un comportamiento cuadriculado, los niños sufren, se inhiben, se encogen. Como si tuvieran que perder de su "sí mismo" para tranquilizar a sus padres.

Muy necesario es que los padres estudien y analicen la psicología evolutiva, descubrir cómo son, cuales son sus necesidades, sus preferencias, sus gustos, en conjunto sus juegos. 

Es la información y la observación, lo que les ayudará a descubrir cómo son sus hij@s.