Otro hecho terrible, es no tomar lecciones
en un mundo globalizado, donde los países precursores muestran como un libro
abierto, lo que hay que hacer.
En consecuencia esa falta de previsión, genera
más dolor y drama.
El Dr. Gabi Heras (UCI), en su hospital, fue diagnosticado
el primer caso de coronavirus, el 26 de febrero. Y así trabajando sin parar, y
sin protección, han ido cayendo uno tras otro. Él también se contagió.
Lanza su
desgraciado lema, "No
somos héroes, somos víctimas", la dura realidad de los sanitarios por la
crisis del coronavirus.
Su grito desesperado, después de las muertes de tantos
sanitarios, pide que se pueda desarrollar el trabajo con profesionalidad, sin
heroicidades, “a la lucha hay que ir con armas, con un escudo, con recursos
humanos y técnicos para defenderse.
Y no hemos tenido suficientes. No los han
puesto a nuestra disposición, dice.
Y sumado al drama, los trastornos
psicológicos que está produciendo, pesadillas, ansiedad, ataques de pánico,
alto estrés emocional.
Todo su testimonio y sus reflexiones pueden servir para
tomar decisiones rápidas, que lleguen a tiempo antes de que haya más fallecidos,
la muerte es irreversible.
Su inteligente propuesta, seguro que compartida por
todos sus compañeros y por todos los ciudadanos, es “La Humanización del
Sistema”.
Cuestión de inteligencia, enviar a la guerra a soldados sin armas,
tiene una grave consecuencia, permitir que mueran, y seguidamente, más
ciudadanos fallecidos. No son datos extremos, es la esperpéntica realidad.