Los objetivos de satisfacción en pareja son múltiples, y afectan a todas las actividades y condiciones de vida cotidiana. Las relaciones íntimas, son un conjunto de actividades privadas donde lo anhelan, y especialmente la coincidencia en el culmen, el orgasmo, suele ser algo que desean especialmente. Y mientras no se convierta en una obsesión, pueden vivir unos momentos maravillosos.
La gente se informa y saben muy bien que los procesos de excitación para las relaciones íntimas, son momentos para compartir ternura, cariño y amor, a la vez que el organismo y su ser va incrementando sus niveles de excitación, interés y compenetración.
También saben que dedicar ese tiempo previo es crear el clima, el ambiente y el espacio para los dos, donde expresar y manifestar su amor, y nutrirse del amor de la pareja, en resumen, cultivar la vinculación afectiva.
Los encuentros en general también van sirviendo para que los dos se sientan con la confianza de compartir sin ser juzgados, más bien aceptados y por ello, disfrutan más, y es cierto que ello requiere tiempos, esto no es llegar a una cafetería y pedir una tónica, es diseñar un clima donde la pareja tiene la oportunidad de manifestar y compartir su amor.
Y son los pasos previos necesarios para sintonizar al más alto nivel del orgasmo simultáneo. Para llegar ahí, el lenguaje de los sentimientos y el amor se ha acompasado, es el baile que marca los tiempos en armonía.
Y así como en los bailes danzan, giran, saltan, y en un momento particular, los dos a la vez elaboran los movimientos a la par, así cuando están en el compartir sexual fluyen en armonía para conseguirlo, llegó el momento del éxtasis, para los dos.
Y así como en los bailes danzan, giran, saltan, y en un momento particular, los dos a la vez elaboran los movimientos a la par, así cuando están en el compartir sexual fluyen en armonía para conseguirlo, llegó el momento del éxtasis, para los dos.